Juan Carlos Sanz, el hombre en mejor forma de la SE Eivissa, tuvo que dirigirse al hospital de Can Misses nada más finalizar el encuentro ante el Alcoyano, en el que fue sustituido por lesión en el minuto 47. El media punta, autor de dos goles en ese partido, estuvo en observación después de haber sufrido «un golpe en la sien» y tener maltrecho un tobillo.
El máximo goleador de los rojillos, que acumula nueve goles esta temporada, comentó cómo transcurrieron los acontecimientos tras su lesión: «Había sufrido un fuerte golpe en la sien y estuve en observación hasta las 21,00 horas. Me dieron el alta y ahora -ayer por la tarde- estoy en casa descansando, tomando antiinflamatorios y echándome unas gotas en el oído, porque lo tenía un poquito inflamado. Recibí el golpe por ahí». Sobre el tobillo dijo lo siguiente: «El tobillo fue el motivo del cambio más que nada. Lo tengo hinchado y casi no podía caminar entonces».
Lo más curioso del caso es que Juan Carlos Sanz no recordaba bien los goles y, en ocasiones, no era consciente de lo que sucedía: «No recordaba muchas cosas de la primera parte, ni siquiera el golpe. En el vestuario me encontré mal y, ya que estaba el hospital al lado, fui para que me hicieran unas pruebas. Por suerte, no hay nada mal en los huesos ni en el cráneo». El centrocampista tuvo que ver por televisión su golazo desde el centro del campo para recordarlo con nitidez: «Lo he tenido que ver hoy -ayer para el lector- en imágenes porque no me acuerdo mucho. Ya marqué uno así contra la Gramanet. Suelo intentarlo bastantes veces', por suerte, las dos últimas ha acabado dentro. Cuando se consigue un gol así es bonito de ver».
La explosión de Sanz coincide con su cambio de posición. Ahora juega de media punta; antes, de centrocampista por la izquierda. «Estoy más a gusto ahora. Con el cambio de posición me he encontrado mejor y marco más goles. Ante la baja de Àngel, el míster decidió ponerme ahí, que es donde siempre he estado más a gusto. A Rubi y a Quique Yagüe se lo dije, pero optaron por otros compañeros. En la banda sé que es difícil jugar».
Sanz, que no jugará mañana por sanción, espera llegar a tiempo para la cita del fin de semana: «A ver si el tobillo se recupera para jugar». El rojillo quiere ayudar a conseguir una salvación que ve posible: «Hay tiempo. A la larga se verá. En casa lo estamos haciendo bastante bien. Hay que romper la racha de no ganar fuera. Si sacamos cuatro puntos de los seis próximos, estaremos muy cerca del Valencia, que tiene que venir aquí».