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Fútbol sala

Iván y Ernesto indican el camino

El Gasifred, sin la chispa de otras jornadas, da otro paso hacia División de Plata tras deshacerse de un Vilassar de Mar que ofreció una gran imagen

Iván y Ernesto celebran el cuarto gol del Gasifred Ciutat d'Eivissa contra el Vilassar de Mar. Foto: MARCO TORRES

Gasifred Ciutat d'Eivissa 5

Vilassar de Mar 2

GASIFRED CIUTAT D'EIVISSA: Iván; Carlos Gómez, Roberto Herrero, Luis Coria y Clayton -cinco inicial-, Ernesto, Dani Galiana y Sebas.

VILASSAR DE MAR: Enric; Ague, Albert, Prieto y Nai -cinco inicial-, Medina, Peláez, Toti, Xavier y Kimet.

Àrbitros: Lucas Lluna y Raúl Rodríguez. Amonestaron con tarjeta amarilla a los locales Coria y Dani Galiana, y a los visitantes Xavier, Kimet, Peláez, Medina y Albert. Descalificaron a Nai, del Vilassar de Mar, por doble amonestación (37').

Goles:

1-0, minuto 2, Roberto Herrero. 1-1, minuto 4, Carlos Gómez, en propia puerta. 2-1, minuto 7, Sebas. 3-1, minuto 14, Ernesto. 3-2, minuto 19, Albert. 4-2, minuto 38, Ernesto. 5-2, minuto 40, Clayton.

Incidencias: Partido disputado en el pabellón Blancadona ante unos 200 espectadores.

Tomás Sánchez Venzalá

Un triunfo más, una jornada menos. El Gasifred Ciutat d'Eivissa continúa firme en su camino de retorno a División de Plata tras derrotar ayer al Vilassar de Mar con dificultades, muchas más de las que indica el engañoso marcador final. En uno de los peores partidos que se recuerda de los azulinos, el equipo de José Luis Pérez Escrich fue capaz de sacar los tres puntos adelante, que lo mantienen en la cima de la clasificación con un punto de ventaja -y un partido menos- sobre el segundo: el Corbera. Gran parte de culpa tuvieron las actuaciones individuales de Ernesto, más eléctrico y ambicioso que nunca, e Iván, que ofreció un recital de colocación debajo de los tres palos y salidas a tiempo para desbaratar las innumerables ocasiones de gol de los barceloneses.

La tónica

Los primeros minutos fueron un presagio de lo que se iba a vivir en Blancadona. En menos de un minuto (segundos 7 y 50), Nai y Prieto, en dos cara a cara con el portero, se toparon con un muro, Iván, después de dos pérdidas infantiles de los locales. Acto seguido, Roberto Herrero, en su segunda acción ofensiva, batió de disparo cruzado a un desafortunado Enric, que tuvo una tarde aciaga.

Los visitantes no perdieron la cara al partido y, a fuerza de fe e insistencia, empataron la contienda en la oportunidad menos clara de todas merced a un autogol de Carlos Gómez. Escrich decidió dar entrada entonces a Ernesto, que imprimió otro ritmo al choque. Precisamente un pase del leonés lo aprovechó Sebas a la media vuelta para hacer el 2-1 a los siete minutos.

El mínimo esfuerzo

Sin hacer nada del otro mundo, los pupilos de Escrich mandaban en el marcador. Sin embargo, todavía quedaba mucha tela por cortar. El Vilassar, uno de los pocos equipos que han superado en posesión de balón a los pitiusos, buscó una igualada que el larguero le negó en el 14', el mismo minuto en el que Ernesto marcó el golazo de la temporada al superar por alto desde casi su área al portero. Los catalanes no se lo creían y empezaron a desesperarse, lo que les costó varias tarjetas. A falta de un minuto y medio para el descanso, Albert recortó distancias tras una pared dentro del área, dejando las espadas en todo lo alto.

Cambia el decorado

Tras la reanudación, el decorado cambió por completo. El Gasifred, que había presionado en el primer tiempo, pasó a jugar a media cancha ante un Vilassar que circulaba el balón y creaba multitudinarias ocasiones de gol. Para empezar, el palo evitó las tablas en el minuto 22. Y cuando no fue la madera, fue Iván, que ofreció su mejor versión para mantener a raya a su rival. Le daba igual que tiraran desde el exterior o le encararan en el mano a mano. El portero estaba on fire y no había nadie capaz de batirle.

Y en ésas, el Vilassar se quedó con uno menos por la expulsión de Nai en el minuto 37, lo que aprovechó Ernesto, todo un jugón, a renglón seguido para hacer el 4-2 a pase de Clayton en superioridad numérica. Los visitantes probaron suerte con el portero-jugador, pero el tiro les salió por la culata. El pequeño Buda hizo el 5-2 desde su campo y a puerta vacía en el último minuto, sentenciando un partido importantísimo que acerca aún más al Gasifred a la segunda categoría nacional.

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