C. Vidal/R. J. Palomo
El Eivissa ha tomado un nuevo rumbo en su proyecto deportivo de cara a las próximas temporadas. El futuro del club rojillo ha sido depositado de forma oficial en manos de la constructora italiana Mezzaroma. Ayer, a través de un abogado de la empresa transalpina, ambas entidades firmaron el acuerdo por el que la contructora será el máximo accionista del Eivissa cuando éste lleve a término su transformación en Sociedad Anónima Deportiva.
Pedro Ortega, Andoni Valencia y Patrizio Rossi estuvieron presentes en la reunión por parte del Eivissa. El agente italiano ha sido el intermediario del club de Can Misses en la operación, que reportará un millón de euros a las arcas de la entidad. El responsable de las relaciones internacionales del Eivissa confirmó la firma del convenio, como adelantó ayer en exclusiva Ultima Hora, por lo que el club recibirá una inyección económica vital para solventar la grave situación a la que debe enfrentarse hasta el 30 de junio.
Mezzaroma ingresará una primera partida a finales de mayo para eliminar la deuda de 400.000 euros que tiene el club, una cifra que podría conducir a denuncias por parte de los jugadores y constituir un grave problema para su futuro.
Para los directivos del Eivissa la llegada de Mezzaroma será una auténtica tabla de salvación mientras todo se ajuste a lo acordado. La contructora italiana invertirá un millón de euros en el club, salvará la deuda económica, permitirá que el Eivissa sea Sociedad Anónima y tomará las riendas del club a partir de la próxima temporada gracias a ese 80 por ciento de las acciones.
Rossi reconoció tras el acuerdo que «era la única forma de salvar el club» y subrayó que la directiva estaba «muy satisfecha» del acuerdo, aunque añadió que la firma no era «ninguna sorpresa porque ya estaba todo acordado».
Despedida en casa
Por otra parte, y en el aspecto puramente deportivo, el Eivissa recibe hoy la visita del Ontinyent con la intención de despedirse esta temporada de su afición con el mejor sabor de boca posible después de un año nefasto en todos los sentidos. «No nos jugamos nada, salvo el orgullo de poder despedirnos de nuestros aficionados con un triunfo. Estamos descendidos desde hace un par de jornadas y lógicamente los jugadores están afectados moralmente, pero si mantenemos la actitud de los últimos partidos podremos sumar los tres puntos», señala Alfredo Santaelena.
El Ontinyent, por su parte, se juega mucho. Ni más ni menos que entrar en el 'play off' por el ascenso. El equipo que dirige Manolo Aparicio, que encadena 11 jornadas consecutivas sin conocer la derrota, en las que ha sumado 23 de los 33 puntos posibles, es quinto con 55 puntos, sólo uno menos que el Sant Andreu, que hoy juega ante otro descendido, el Atlètic Balears. «Para ellos es un partido muy importante, pero la verdad es que nosotros jugamos mejor contra los equipos que están arriba en la tabla. El Ontinyent tiene un buen equipo, que siempre intenta jugar bien al fútbol, pero intentaremos contrarrestar su juego», añade.
Para este partido el técnico madrileño sigue sin contar con Pisano ni Diop Mor, jugadores a los que esta semana se les ha abierto expediente por sus salidas nocturnas. El italo-alemán jugará hoy con el Eivissa B, mientras que el senegalés se queda fuera de la convocatoria. También es baja Jerry, con un partido de sanción. Pierre y Sosa, jugadores del filial, entran en su lugar.