El hambre de fichajes del Madrid sigue insaciable, y los cantos de sirena lanzados desde Chamartín han terminado por encandilar a Frank Ribéry, centrocampista francés del Bayern de Munich y compañero de filas de Karim Benzema, la última adquisición de la entidad blanca para reforzar la punta de ataque del nuevo equipo. El medio galo, que anteayer regresó a los entrenamientos con el equipo teutón, tiene clara su idea de abandonar el club, pero la resistencia ofrecida por sus directivos parece alejar su sueño de recalar en Madrid la próxima temporada. «Está decidido, quiero marcharme», declaró el atacante con palabras que hoy recoge el diario L'Equipe.
«Quiero irme y será el Real Madrid o nada», subrayó el internacional. El Real Madrid, que ayer presentó a Raúl Albiol como nuevo refuerzo en la defensa, mantiene una pugna con los mandatarios del Bayern, pero éstos siguen reticentes a dejar escapar a su estrella.