Juan Carlos Sanchís cuenta ya los días para el inicio de la Transat 6,50 2009. El patrón ibicenco se encuentra desde hace días en el puerto francés de La Rochelle, desde donde zarpará la regata en solitario transoceánica el próximo 13 de septiembre con destino a Salvador de Bahía. «Hoy -por ayer- hemos pasado la primera parte de los controles de seguridad, que es la escora del barco. Lo ponen a 90 grados para asegurarse que vuelve a subir y, en definitiva, es la prueba más importante, porque el resto es más un control de materiales y en ese aspecto la embarcación cumple todos los requisitos», reconoce Sanchís.
En esta ocasión, el ibicenco no se ha encontrado solo a la hora de afrontar la que es su tercera participación en la Transat. «En las dos anteriores ocasiones, en los años 2003 y 2005, era yo el que tenía que ocuparse de todo, desde la logística hasta buscar patrocinadores. Esta vez he podido olvidarme de otras cuestiones y permitirme pensar exclusivamente en el aspecto deportivo. Eso es gracias al apoyo que me ha prestado el Club Nàutic Sant Antoni y un gran número de empresas patrocinadoras, como son Gaes Solidaria, Portcall, Somni, La Sirena, Impacto Ibiza, Rigging Mar, Velamar y Quantum-Toni Tío, a las que sólo puedo estar agradecido. Además, cuento con la ayuda de Felipe Cornet, que se encarga del aspecto técnico, y de Kike Mas, que se encarga de la cuestión burocrática. Eso hace que todo vaya muy bien y que tenga garantías de hacer un buen papel en la prueba», afirma Sanchís, cuyo presupuesto global es de 51.000 euros.
El objetivo no es otro que lograr la victoria. «Yo espero ganar, como siempre. Si las roturas me respetan y si no hay incidencias con el barco durante la navegación, estoy seguro que estaré ahí delante», declara convencido el patrón. La regata consta de dos etapas. La primera de 1.100 millas náuticas entre La Rochelle y Funchal, en Madeira. La segunda, mucho más larga y complicada, de 3.100 millas entre Funchal y Salvador de Bahía, en Brasil, con meta volante en Cabo Verde. «Más o menos la primera etapa durará unos 5 días. La segunda tendrá su salida el 3 de octubre y durará casi 20 días de navegación en solitario», asegura.
Precedentes
Esta será su tercera participación en la Transat y suelen decir que, a la tercera, va la vencida. «En el año 2003, en mi primera edición, participé en barcos de serie y todo era más relajado en cuanto a los preparativos, más 'light'. Acabé en el puesto decimonoveno. La segunda vez, en 2005, ya en prototipos, fue un poco estresante, porque todo llegó tarde. La regata, sin embargo, fue bien hasta que casi al final tuve que retirarme debido a un fallo mecánico. En 2007 no pude competir por falta de presupuesto. Es por eso que, ahora, espero acabar primero, aunque en mi categoría participan 35 barcos y todos son rivales. Además, conseguir un buen resultado en esta regata me permitirá aspirar a proyectos más ambiciosos, como quizá el próximo año la vuelta al mundo en un 40 0 70 pies», añade el regatista.