La Pujada a la Cala de Sant Vicent, que se disputa este sábado y domingo, cumple 25 años y confía en que la edición de este año sea más espectacular que nunca. Para ello, el Automóvil Club de Ibiza y Formentera (ACIF) presenta numerosas novedades, como la exhibición que ofrecerá el dos veces campeón de Europa Antonio Albacete en camiones o el regreso de las motos trece años después de su última participación allá por el año 1996. «Son momentos de crisis, pero nuestro club ha puesto toda la carne en el asador para que la Pujada tenga un buen colorido. Queremos que esta edición sea espectacular y que se supere el récord de espectadores, que es de 12.000 personas en 1998», afirma Manolo Adana, presidente del ACIF.
Por el momento, y a falta de confirmar algún participante, hay inscritos un total de 58 pilotos. En motos tomarán la salida 22 participantes, todos ellos locales. Nicolás Venvenuti, Antonio López Guirado o José Antonio Torres son algunos de los favoritos. En vehículos participarán 36 pilotos, de los cuales 17 son ibicencos, entre ellos el campeón de España del grupo N en 2008 José Joaquín Fernández. Pedro Roca o Miguel Àngel Clemente son otros de los campeones nacionales que competirán este fin de semana en la Pujada.
La principal atracción este año, sin embargo, será Antonio Albacete a bordo de un camión de carreras Cepsa Man evolucionado de 5.500 kilos y 1.100 caballos de potencia. «Albacete vendrá aquí a hacer una exhibición, lo que será aún mejor de cara al espectáculo porque no dependerá del tiempo que haga. Sin embargo, seguro que al final estará por delante de muchos de los turismos», añade Adana.
Presupuesto
Una vez más, el capítulo económico es el principal quebradero de cabeza para los organizadores. «Es el escollo más grande. Este año le dije a Mario Avellaneda que si no se podía hacer una prueba digna, lo mejor era no hacerlo este año. Pero al final todos hemos hecho un esfuerzo, Consell incluido, y nos vamos a tirar al río, aunque no sabemos si después de la prueba nos cuadrarán las cuentas», asegura Adana, que añade que el presupuesto de este año es de unos 70.000 euros, «de los cuales una parte muy importante se va en seguros o en traer a la gente de fuera, además de la seguridad, que este año es aún más costoso debido a las motos».
Historia
A la presentación de la prueba también asistió Julián Verdera, que fue el precursor de la Pujada a la Cala en la década de los 80. «Es bonito que se siga haciendo lo que uno empieza. Recuerdo que el primer año, en el 81, ya hubo 3.000 personas siguiendo la prueba, lo que demuestra el éxito que siempre ha acompañado a esta competición», asegura Verdera. Por su parte, el conseller de Deportes, Mario Avellaneda, agradeció «el esfuerzo que realiza el Automóvil Club de Ibiza y Formentera para llevar adelante la Pujada año tras año. Para muchos es la prueba más esperada del año y ojalá siga siéndolo durante mucho tiempo».