El Blancos de Rueda Valladolid sólo pudo aguantar los diez primeros minutos, en los que sorprendió al Madrid con una seria defensa y un buen trabajo colectivo, tras los cuales se mostró impotente ante un rival arrollador, bien plantado en defensa y muy efectivo desde la línea exterior.
Los vallisoletanos salieron dispuestos a plantar cara al Real Madrid, por lo que desplegaron una intensa defensa sobre el cuadro visitante que, unido al acierto anotador desde la línea exterior y al buen trabajo de los jugadores interiores, hizo que controlaran el marcador en los primeros compases del encuentro (14-10 min.7).
La entrada de Garbajosa aportó más consistencia al equipo de Messina, que también incrementó la presión defensiva para dar la vuelta al marcador (14-15). A partir de ahí un contínuo asedio desde la línea de tres de los blancos sentenció el choque (69-87), que mantiene al Madrid líder invicto.