El Bàsquet Mallorca inauguró ayer 2010 con una derrota ante el Ford Burgos y despidió la primera vuelta del campeonato con su segunda derrota consecutiva y un buen balance de ocho victorias. La reaparición de Daniel Northern fue la nota positiva de un encuentro en el que la sociedad formada por Marc Blanch, Carles Bivià y Joan Riera sostuvo a la escuadra naranja con opciones hasta el tramo final de un choque en el que la superioridad visitante en la pintura y el acierto en el tiro exterior marcaron las diferencias.
La escuadra burgalesa dio buena cuenta de sus intenciones desde el primer acto y expuso sus principales argumentos. Zach Morley, como principal estilete, y Jason Blair, que regresó a Inca exhibiendo un buen nivel y haciendo daño en la pintura, propiciaron que en el ecuador del primer acto los visitantes mandasen en el marcador 7-16, una renta que incrementarían hasta el 12-22 a falta de 2:48. Blanch y Riera asumieron la responsabilidad anotadora (siete puntos cada uno en el primer cuarto) para reflotar a un Mallorca que veía como Green no iba a tener su día.
El alero estadounidense cometería su tercera personal en el segundo cuarto y ya no volvería a la pista hasta el último período. El Burgos aprovechó la situación y supo mantener controlando el juego e impidiendo que los locales imprimieran su velocidad habitual. Además, Blair mandaba bajo los tableros y permitía que los visitantes se marcharan a los vestuarios con una ventaja de 37-42.
Tras el paso por la caseta y los reajustes de Xavi Sastre, el Bàsquet Mallorca emergió con fuerza en el tercer cuarto y en especial Carles Bivià, que se erigió en el mejor de los locales en la segunda parte. Precisamente un triple suyo habilitó la igualdad a 49 a falta de seis minutos para el final del tercer cuarto. Las tablas fueron un acicate para la escuadra naranja, que completó un parcial de 13-1 con un triple de Bonds que se traducía en la máxima ventaja local (54:49) a 4:08 para la conclusión del tercer acto. No obstante, el Ford Burgos recuperó su mejor arma, aunque en esta ocasión fue Manu Gómez el que aportaba puntos en la pintura y evidenciaba las carencias que tiene en el rebote un Bàsquet Mallorca que necesita de la total recuperación de Northern para no sufrir tanto en el juego interior.
Los intercambios se convirtieron en la tónica de los últimos instantes del tercer cuarto y en los albores de los últimos diez minutos, cuando empezó a destaparse Alberto Miguel, que acabaría convirtiéndose en el jugador clave para los visitantes. Un triple del ex jugador del ViveMenorca inició una serie de aciertos desde más allá de la línea de 6'75 metros que resultaría fatal para el Mallorca, que, además, perdía a Green. Dos triples seguidos de Alberto Miguel situaron el 72-78 en el marcador.
La brecha ya fue insalvable para los locales, que vieron como eran eliminador por personales Green y Bivià, lo que supuso un varapalo y el detonante del resultado final de 78-88.