Todas las miradas estaban puestas en Rudy Fernández. El jugador mallorquín de los Portland Trail Blazers hizo las delicias de los participantes del campus de baloncesto de Paco Vázquez, que ayer cerraba sus puertas hasta el próximo año. Rudy, que jugó antes un partidillo contra dos equipos, uno contra los alumnos más pequeños y otro contra los mayores, no paró de firmar autógrafos, hacerse fotografías e, incluso, contestar a todas las preguntas formuladas por los jóvenes en una improvisada rueda de prensa.
Kevin fue el primero en interrogar al jugador y la pregunta era sobre el próximo Mundial de baloncesto de Turquía. «Tenemos buenos jugadores y queremos hacerlo bien», respondió. En cuanto a los favoritos, señaló que «es muy difícil saber al nivel al que están ahora todos las selecciones, aunque hay que contar seguro con España y Estados Unidos. Sería muy bonito que se diese otra final entre ambos países».
También había interés en conocer dónde jugará la próxima temporada. «¿Seguirás jugando en Portland?», le interrogó Nacho. «Ahora mismo tengo contrato con este club. Sé que hay muchos rumores y se hablan de varios equipos, pero en la NBA somos como cromos y un jugador no puede decidir por sí mismo. Eso sí, si sigo en Portland, quiero tener un rol más importante dentro del equipo y disfrutar más del juego, algo que no he hecho esta temporada», señaló.
Hay muchos clubes europeos, léase Real Madrid o Barcelona, interesados por él, pero Rudy afirma que «yo estoy encantado en la NBA». De no jugar en Portland, aseguró que «me gustaría probar en Nueva York. Ese equipo tiene un entrenador de corte europeo [Mike D'Antoni] y estoy seguro de que me amoldaría bien al sistema de juego».
Otro niño quiso saber qué le parecía su entrenador en Portland, Nate McMillan. «No tenemos una relación de amor, pero quiere lo mismo que yo, que es ganar. Le respeto mucho. Es un entrenador que tiene las cosas muy claras y he aprendido mucho de él», afirmó Rudy, que desveló que su apodo en la NBA es El Europeo (The European). «La verdad es que no son demasiado originales», apostilló Paco Vázquez.
María, por su parte, le preguntó en qué equipo había disfrutando más jugando. Rudy no tenía dudas: «En la selección. Somos como una familia y me lo paso muy bien con ellos. Es de las cosas que más echo de menos cuando estoy en Estados Unidos». Por último, el internacional tiene que elegir: «¿qué jugador prefieres, Kobe Bryant o LeBron James?». «Los dos son magníficos jugadores. Si os gusta el tenis, yo siempre pongo el ejemplo de Roger Federer y Rafael Nadal. Kobe sería como Federer y LeBron, que ahora en los Miami Heat luchará por el anillo, como Nadal. Bryant, eso sí, tiene más calidad», añadió.
No hubo tiempo para más preguntas, aunque Rudy Fernández siguió firmando autógrafos y charlando con los monitores y niños. «Ha demostrado que, además de un gran jugador, es una gran persona», añadió Paco Vázquez, que pidió un fuerte aplauso para el jugador. Se lo había ganado.
Paco Vázquez ya piensa en el próximo año
El Campus Paco Vázquez 2010 no ha hecho más que terminar y el jugador ibicenco del Bilbao Basket ya piensa en la próxima edición. «Ha sido estresante, porque esta era la primera vez que me tenía que encargar de todos los detalles. Sin embargo, el resultado ha sido muy positivo y los chavales han aprendido y disfrutado mucho. Sin embargo, seguro que el año que viene será mejor y ya se puede adelantar que tendremos un invitado especial», dijo Vázquez. Ahora se abren los interrogantes. ¿Será Pau o Marc Gasol ese invitado especial? La respuesta, en 365 días.
Premios para todos en el final del curso
La jornada de ayer, la última del campus, tuvo carácter festivo. Todos los presentes en la actividad deportiva recibieron obsequios por parte de los organizadores y, además, Rudy Fernández les firmaba todas las fotografías, camisetas o zapatillas que le pidiesen. Deportistas como Toni Tur, en categoría mini, o José Miguel Riera, que fue campeón de triples con una mano lesionada, fueron los más laureados del campus. Además, Rudy también se llevó un regalo: una camisa de color rosa que le entregó el propio Vázquez.