Llega el momento de posicionarse, de tomar partido. El gran derbi de este lunes en el Camp Nou ha dividido a las Pitiüses en dos bandos, la mayoría de las veces antagonistas. Los aficionados azulgrana confían en la magia de Messi, Xavi y compañía y el talento y talante de Pep Guardiola para mantener su hegemonía en el fútbol nacional. Los seguidores madridistas, por su parte, esperan que la estrategia de Mourinho y la potencia de Cristiano Ronaldo sean suficientes para cambiar la historia de los últimos clásicos.
El Barcelona-Real Madrid, que por primera vez se disputa en lunes, se presenta, según los 16 encuestados ayer por Ultima Hora Ibiza y Formentera, más apasionante e igualado que nunca. El 43,75 por ciento cree en los culés; otro 43,75 por ciento, en los blancos, mientras que el 12,5 por ciento restante confía en unas tablas.
Los buenos resultados y el cambio de imagen que ofrece el nuevo Madrid de Mourinho han devuelto la confianza a los aficionados madridistas, que por una vez se ven incluso como favoritos. «El Madrid tiene mucha pegada y eso puede ser decisivo. Apuesto por un 0-3», declara, confiado, David Torres, entrenador del Sant Jordi juvenil. «Me dejaré llevar por el corazón, que es muy importante. Habrá diversión y goles. Apuesto por un 2-3 con goles de Higuaín, Cristiano y Özil», afirma, por su parte, Hugo Nava, técnico del Space Gasifred. Ana López, fisioterapeuta del Palacio de Congresos, es de la misma opinión: «Seguro que no se verán muchos goles. El Madrid, eso sí, ganará por 0-1».
Los azulgrana
También se sienten ganadores los azulgrana, que confían en un plantel hecho y con títulos a su espalda para doblegar a los blancos. Miguel Àngel Ortega, entrenador del Palacio, señala que «quiero que gane el Barça, aunque me gusta la actitud de Mourinho y Cristiano, que le viene muy bien a la Liga. Creo que se marcarán muchos goles, por lo que me decanto por un 5-4 o algo así». Mucho más contundentes se mostraron, entre otros, Clayton, jugador del Gasifred, o Juan Mesa 'Labi Champion', relaciones públicas y 'embajador' del fútbol pitiuso. «Les vamos a meter cuatro y al descanso ya iremos 2-0», asegura el brasileño, mientras que Labi, que vivirá el encuentro en el propio Camp Nou, apunta a un 3-1.
Por su parte, Gustavo Lalima, entrenador del Space Tanit, piensa que los culés vencerán por poco: «Me sentaré a disfrutar del partido, pero no sé quién ganará ni qué resultado se dará. Creo que ganará el Barça y si tengo que dar un resultado diría 2-1».
En toda batalla hay bandos neutrales. No todos los aficionados se inclinan por uno y otro equipo. «Pondría un 1-1, por decir algo, aunque en este tipo de partidos el factor campo es importante», dice Mario Ormaechea, técnico del San Rafael. «Creo que empatarán 2-2», asegura, por su parte, José Roselló, delegado insular de fútbol.
Los hay, incluso, que reconocen abiertamente no ser de uno ni otro equipo. «Yo quiero dejar claro que soy del Oviedo, pero apuesto por un 1-0. Veo el partido más igualado de los últimos años. Tiene toda la pinta de que la posesión será del Barça y el Madrid pondrá la pegada y la velocidad», sostiene el preparador de la Peña Deportiva, Luis Rueda.
El lunes, a partir de las 21,00 horas, con casi todo el país paralizado enfrente de la pantalla de la televisión, se verá cuál de los bandos tiene razón y se lleva la porra.
LA PORRA
Luis Rueda, entrenador de la Peña: 1-0.
Rafa Campillo, entrenador del Jesús femenino: 3-2.
Hugo Nava, entrenador del Space Gasifred: 2-3.
Toni Gino, entrenador del Pacha Ibiza Voley: 2-0.
Ormaechea, entrenador del San Rafael: 1-1.
Víctor Canseco, yudoca: 0-2.
Toni Torres, director deportivo del Isleño: 1-2.
Clayton, jugador del Gasifred: 4-1.
Miguel À. Ortega, entrenador del Palacio: 5-4.
David Torres, entrenador del Sant Jordi juvenil: 0-3.
Ana López, fisioterapeuta del PDV: 0-1.
Edu Moral, jugador de la Peña: 1-3.
Marcos García, jugador del Villarreal B: 2-2.
Gustavo Lalima, entrenador del Tanit: 2-1.
Urit Kelly, jugador del Eivissa Bàsquet: 2-3.
Juan Mesa 'Labi', relaciones públicas: 3-1.
TOMÀS SÀNCHEZ VENZALÀ: ¿Esta vez, sí?
«Esta vez, sí». Expresión usual madridista. Lo que pasa es que contiene una elipsis que, reconstruida la oración, nos dejaría lo siguiente: «Esta vez sí volvemos a perder». Como muestra, un botón. Los cuatro últimos partidos, ganados por el Barça. Y más dolorosos fueron los del Bernabéu. Llegaba el gran Madrid de los 18 partidos consecutivos en Liga sin perder y encajó un 2-6. Boca cerrada. Turno para el megaequipo que iba a pulverizar todos los registros goleadores con 'superfashion' Cristiano y sus 'tomahawk'. 0-2 y para casa. La enfermedad blanca presenta los mismos síntomas que las campañas anteriores. El madridismo llega crecido -como si hubiera ganado algún título este año o el anterior, por no decir seis en un mismo curso- y envuelto en un enorme aura de prepotencia, personificada por Mourinho y Cristiano -compararle con Messi es como comparar al Papa con Dios-, que lo aleja ya de ser 'el equipo de España'. Pero, centrándonos meramente en lo futbolístico, donde una filosofía no tiene nada que ver con la otra, el duelo no cambiará de guión. El Barça, con el balón; el Madrid, a la contra. Los blancos tendrán su oportunidad, pero si Valdés la vuelve a parar, como hizo ante Drenthe o Cristiano, por ejemplo, ya pueden repetir eso de «esta vez, sí». Con la elipsis, claro.
RUBÉN J. PALOMO: Camino a la gloria.
El Real Madrid está a las puertas de la gloria. En la previa del 'Clásico' más nivelado de los últimos años, en la Ciudad Condal, ya vence por goleada: llega líder, no conoce la derrota y, últimamente, ha tomado la sana costumbre de aplastar a sus adversarios. Sin criterio de juego, sin conceptos colectivos en ataque -eso dicen los abanderados de la elegancia culé- pero con un instinto asesino letal y un agresivo engranaje defensivo, lo más loable, que tiene atemorizado al entorno barcelonista. Así aterriza el Mou Team. Para dar una campanada de dimensiones bíblicas. Dos victorias en las 25 últimas visitas en Liga son, sin duda, una dura losa que puede romper el equipo merengue. Y este es el año. Mourinho ya ha demostrado que puede sacar de quicio, y que sabe hacerlo de sobra, a la parroquia culé. Le ha tomado la delantera a su colega Pep. Ha desestabilizado a la perfección durante las últimas semanas a su enemigo y cuenta con un sinfín de artilleros que se están hartando a mojar. Ya no ese equipo que se acobardaba en el coliseo blaugrana. Este Madrid tiene el hambre de títulos que le ha inculcado su carismático boss. Y ese camino hacia la gloria comienza mañana. Apunten: dos en la quiniela.