El Club Deportivo Tanit no pasa por un buen momento. Al igual que el resto de clubes ibicencos, se encuentra con el agua al cuello tras los recortes institucionales, que hacen que más de uno se esté tirando de los pelos. Como sucede en el Club Bàsquet Puig d'en Valls, varios directivos ven cómo su patrimonio corre peligro por culpa de unas subvenciones firmadas que todavía no se han pagado, así como por unas ayudas próximas inferiores a lo que se habló en su momento. A la entidad verdinegra le adeudan alrededor de 40.000 euros que hacen que, a día de hoy, la preocupación sea máxima, pues sus mandatarios dieron la cara con sus hipotecas y nóminas para que el club fuera hacia delante mientras esperaban la llegada de unas cuantías económicas que no llegan y, además, serán inferiores a lo previsto.
El Ayuntamiento de Eivissa les debe 12.000 euros, así como una parte de la ayuda para las escuelas, del orden de 2.000 euros. La Fundació Illesport adeuda una cantidad superior, que asciende a los 17.000 euros, correspondientes a la parte variable de una ayuda de la que sí han abonado el fijo: 28.000. También el Consell d'Eivissa debe hacer frente a diversos pagos, entre ellos la subvención por mantenimiento del club y las recién salidas, por parte de Turisme, correspondientes a la realización de eventos y participación a nivel nacional. Entre las cifras conocidas y las desconocidas, el club cifra en alrededor de 40.000 euros la deuda existente.
La plantilla
La primera plantilla, que participa en Liga Femenina 2, todavía no se ha visto perjudicada y las nóminas están al corriente, pero, extraoficialmente, es consciente de la situación. El club todavía no se ha sentado con las jugadoras porque, antes, debe saber de primera mano lo que hay. Y, en estos momentos, cualquier información es incompleta, pues las instituciones no aclaran el asunto de los presupuestos. El Tanit espera recibir este mismo año lo correspondiente al anterior para no tener que abrir las puertas a sus jugadoras si encuentran acomodo en otra parte. La retirada de la competición, desde luego, está descartada por los avales existentes.
Al club le duele el hecho de haber cuadrado siempre sus cuentas ateniéndose a lo que le decían y verse en esta situación. Los directivos están poniendo dinero de su bolsillo ya no sólo por los intereses de las pólizas, sino incluso para alguno de los viajes. Pero la situación ya es límite y en el pantalón las monedas ya escasean, de ahí la preocupación máxima que existe en el seno del Tanit.
Bernal: «No ganamos nada y encima ponemos dinero»
Alfredo Bernal, vicepresidente del CD Tanit, no ocultó su «preocupación». «Me gusta el deporte. No ganamos un euro, sino que tenemos nuestro trabajo y ponemos dinero de nuestro bolsillo para que después te encuentres con este tinglado de gente que maneja el deporte y se va a su casa con las manos en los bolsillos. Yo no me puedo ir así porque estoy embargado hasta las orejas. No es una reflexión mía, sino de cualquier club», lamentó. El directivo mandó un recadito a quienes dijeron que los clubes no deben gastarse más de lo que les permitan sus aspiraciones: «No es que hayamos querido tirar más arriba, sino que el deporte de Eivissa te obliga a eso. Si quieres disfrutar de deporte de elite, ¿cómo lo vamos a hacer con lo de aquí? Esporádicamente sale alguna jugadora, pero no podemos pretender, con tres o cuatro equipos en una Liga por 500 que hay en Barcelona, formar un equipo de la casa. Bastante tenemos con que salga a veces alguien. Lo que no hay que mezclar es el deporte individual con el colectivo. Aquí tenemos deportistas individuales muy buenos, pero el deporte colectivo requiere otra estructura». Además, lamentó que «los políticos nos engañen». «Si lo hacen, por lo menos que te lo digan, que podían habernos dicho en junio que lo de antes no servía para así no meternos en este fregado», dijo.