El Space Gasifred apura sus balas. Y más le vale acertar en el blanco. El equipo azulino recibe esta tarde al Melilla en el duelo entre los últimos clasificados de la categoría. Los ibicencos ocupan el farolillo rojo, con 20 puntos, mientras que los norteafricanos son penúltimos, con dos más. Todo lo que no sea ganar este encuentro supondría poner un pie en Segunda División B. Pero tanto para uno como para otro, porque ninguno tendrá un enfrentamiento más plácido -entre comillas- que éste en lo que queda de campaña. Se trata del partido del año debido a su repercusión tanto psicológica como deportiva.
Los pupilos de Julio Mougán, tras varias jornadas en las que han cedido los puntos en los últimos minutos, necesitan más que nunca el apoyo de la afición. Los capitanes y el propio entrenador lo han hecho saber públicamente por activa y por pasiva. Quieren ver sa Blanca Dona con un buen colorido con el fin de que les dé «ese puntito de fuerza» que les falta «en los instantes finales», como indicó Juanan.
El ‘Gasi' quiere dar un golpe sobre la mesa y que este choque sirva, de una vez por todas, como punto de inflexión en su trayectoria. Disputa dos partidos consecutivos en casa -la semana próxima visita la Isla el Barcelona B- y no quiere dejar escapar ninguno de los puntos en juego. Con esos seis, el Space Gasifred podría incluso salir momentáneamente de la zona de descenso. Lo que es seguro es que se metería de lleno en la pelea por la permanencia, una batalla en la que muchos equipos están enganchados debido a la igualdad existente.
La enfermería
Los ibicencos tienen tocados a Clayton, cuyos resultados de la resonancia magnética descartaron cualquier tipo de rotura, y a Amrani. Mougán ha citado a sus 13 jugadores para el partido y realizará un descarte hoy mismo.