El San Rafael dio ayer la campanada de la temporada. El equipo de Vicente Román se impuso por 1-2 al Mallorca B, líder y hasta ayer único conjunto invicto de la categoría. La sorpresa fue mayúscula, casi un milagro, ya no sólo por la diferencia clasificatoria, sino sobre todo por la gran cantidad de bajas que arrastra el cuadro ‘blue'.
El San Rafi no necesitó ayer a titularísimos como Ramos, Vicent, Aparicio ni Maline para noquear al equipo bermellón. Sólo le hizo falta disciplina táctica y ese acierto ante la portería rival que tanto se le ha estado negando este curso. Los mallorquines se adelantaron en el marcador a los veinte minutos por mediación de Garí. Con todo, los visitantes no le perdieron la cara al partido.
Los pupilos de Román demostraron que sí tienen actitud, ésa que criticó su presidente públicamente esta semana. Un cabezazo de Carvajal y otro de Guti voltearon el marcador antes del descanso, silenciando así el feudo de Son Bibiloni.
Tras el asueto, los ibicencos sabían bien lo que tenían que hacer: defender y defender ante la mayor calidad rival. Con el cuchillo entre los dientes, el San Rafael aguantó las acometidas de los bermellones, que se quedaron con uno menos a falta de cinco minutos. Eso no impidió que dispusieran de una clara ocasión para empatar, pero el poste se alió con los ‘rafelers', que, de esta forma, cogen oxígeno. Igual éste es el comienzo de otra gran segunda vuelta como la de la campaña anterior. Quién sabe.