No hubo milagro. El San Rafael acusó ayer las bajas y no pudo evitar la derrota contra el Llosetense. El líder de la categoría, que no parece tan fiero como algunos lo pintan, sólo tuvo que aplicar su mayor calidad para llevarse el gato al agua. Sin exquisiteces, pero con efectividad. Al contrario que el cuento, el lobo se merendó a Caperucita por una simple cuestión de lógica.
A Vicente Román no le quedó otra que inventar en ataque, donde ubicó al pivote Elías como mediapunta –ya hubo un encuentro en el que actuó como interior izquierda–. No tenía muchas más opciones ante las bajas de Luque, Gabri y De Pablos. A pesar de las bajas, lo cierto es que el cuadro ‘rafeler' tuvo las primeras ocasiones de gol. Carvajal, por partida doble, marró la oportunidad de adelantar a los locales. Primero, no acertó con los tres palos tras recoger un rechazo con el portero desubicado. Después, no cabeceó bien un buen centro de Elías por la banda derecha.
El Llosetense, con más presencia en el terreno de juego, no falló en la primera aproximación clara que tuvo. En el minuto 20, una falta lateral acabó con el balón a los pies de Lucho en el segundo palo, que aprovechó la salida en falso de Seral para servir el balón en bandeja a Edu Moral. El exdelantero peñista, libre de marca en el primer palo, sólo tuvo que empujar el balón a la red.
El tanto sentó como un jarro de agua fría en las filas ‘rafeleras'. Los locales, tocados anímicamente, bajaron por un momento la guardia y de eso estuvo a punto de sacar tajada Héctor en una jugada individual por la banda izquierda que Aparicio frenó con un claro derribo que le costó la cartulina amarilla. Fue, sin duda, un mal menor habida cuenta de que el lateral izquierdo se iba a quedar solo ante el portero.
Al San Rafi se le nublaron las ideas. De hecho, Carvajal, con más corazón que cabeza, decidió probar fortuna a la desesperada desde unos 25 metros. No parecía, desde luego, el mejor camino. Poco a poco, el conjunto de Vicente Román comenzó a espabilarse, si bien, por razones más que obvias, le costaba llegar. Ante este panorama, Fofi decidió emular a Carvajal y lanzar desde fuera del área, pero desde una posición más cercana, y rozó el empate al borde del descanso con un zapatazo que se estrelló en el palo derecho de Mingo.
Vicente Román movió ficha tras el asueto. Hizo debutar a Salas en sustitución de Aparicio, que estaba amonestado, y situó a Juanan, de corte ofensivo, en lugar de Lucas Teixeira, que también había visto una amarilla. Cualquier intento de reacción quedó truncado a los tres minutos, cuando Sergi Rojals aprovechó el pase de la muerte de Aitor para superar a Seral y subir el 0-2 al marcador.
A pesar del varapalo, el San Rafael siguió luchando con la intención de recortar distancias. Enric, de cabeza, tuvo el empate, pero remató a las manos del portero. Poco después, Pere perdonó el que habría significado el tanto de la sentencia al toparse con Seral en el mano a mano.
Los minutos fueron pasando con más pena que gloria y la remontada se hacía cada vez más difícil, por no decir imposible. De hecho, el Llosetense pudo poner la puntilla en una contra en la que falló el último pase. No le hizo falta para sumar los tres puntos en territorio ‘rafeler' y, de paso, adjudicarse el Trofeu Festes de Sant Rafel, título que anualmente se celebra en la jornada de Tercera División que coincide con las fiestas patronales del municipio.