«El club debería analizar todo lo sucedido este año». Fernando Sánchez, exjugador de la Peña Deportiva y directivo del Vitamelo, reflexionó ayer sobre la situación actual del conjunto pitiuso de la Segunda División B de fútbol sala. El ibicenco salió por la puerta de atrás esta misma temporada, algo que ni siquiera la propia entidad había dado a conocer públicamente, tras cinco años de dedicación al conjunto ‘futsalero'.
Fernando no se considera «nadie para decir al club lo que debe hacer», pero recaló que debería «analizar todo lo sucedido este año». «Sinceramente, no sé si el club sabe todo lo que está pasando en el equipo. Ésta ha sido mi casa y lo seguirá siendo», explicó Sánchez, que responsabiliza de lo que está pasando al míster, Marlon Velasco. Recordó, además, que «llegará el día que él no esté». «En cambio yo siempre estaré a disposición del club para lo que me necesite», añadió.
El jugador dejó de defender los intereses del equipo «desde la semana posterior al partido frente a La Unión» en Santa Eulària. «Mi salida se debió a que el entrenador no contaba conmigo y empezó, en mi opinión, a faltarme al respeto. Me podría haber dicho que no contaba conmigo y yo me buscaba otra opción, pero optó por desgastarme psicológicamente para que me fuera. Si quieres construir un equipo para ganar en el terreno de juego, no quieras deshacerlo en el vestuario. Sin división de jugadores, antes o después cualquiera en el que no creías puede determinar un partido».
En cuanto a los métodos del catalán Marlon Velasco, señaló: «Es un entrenador que te exige mucho y te exprime al máximo. Prácticamente no puedes descansar. Creo que somos el único equipo que entrena cinco días a la semana más el partido. Eso es una barbaridad».
El ibicenco explicó que «no me dejaba participar en los ejercicios de los entrenamientos, pero lo que más me dolió es que convocara a dos juveniles antes que a mí y me dejara fuera sin darme ninguna explicación». «He sido uno más que se ha marchado de una larga lista por desgracia este año», agregó. Y no le falta razón. Víctor Prado, Julen, Aitor, Charly, Álex, Nene, Toni Rosselló, Toni Gelabert, Fran Heredia, Emiliano y Benja han dicho adiós antes o después, con o sin ficha.
Fernando Sánchez presenció desde la grada el choque contra el Pallejà del pasado sábado. Los catalanes acumulaban siete derrotas consecutivas y, aun así, fueron capaces de ganar (4-7) a una Peña que ya encadena cuatro reveses seguidos.
Preocupante. Al respecto, indicó: «Me dolió por mis compañeros. Me dolió verles perder y que mucha gente de la grada les criticara. Se vio un equipo sin ilusión y sin ganas de correr. Y saben hacerlo, porque lo han demostrado. Espero que pronto vuelvan a su nivel. No sé cómo estarán los ánimos allí tras cuatro derrotas consecutivas, pero tienen que apretar todos y lograr el objetivo por el que tanto han luchado durante todo el año».
LA TRACA
Para hacérselo mirar
Todo lo que le está pasando a la Peña Deportiva es para que alguien se lo haga mirar de una vez. Perder cuatro partidos de manera consecutiva es para hacérselo mirar, sobre todo cuando algunos rivales eran de la zona de descenso. Si, además, eso lo hace un equipo cuyo míster ha confeccionado la plantilla casi a medida y en el que casi todos los minutos -serían más de no ser porque el portero es ibicenco, buenísimo y titular indiscutible– se lo reparten jugadores que ha traído de fuera, es para mirárselo más aún. Todo equipo insular con tanto futbolista foráneo no debería estar mirando hacia abajo. Y si, encima, el técnico ha tenido roces con jugadores, así como formas que no son las apropiadas con una fisioterapeuta que es todo corazón e incluso un conato de llegar a las manos con el exutillero, se confirma que hay que hacérselo mirar. ¿O seguimos mirando a otra parte?