El Ushuaïa Ibiza Voley afronta esta tarde, a partir de las 19.00 horas en el pabellón Es Viver, un partido trampa. El equipo de Marcelo de Stefano recibe al penúltimo clasificado, el Mediterráneo, pero no puede permitirse ningún tipo de relajación para evitar un susto como el que se llevó la semana pasada contra el Melilla, antepenúlimo. Los norteafricanos plantaron mucha más batalla de la esperada y los ibicencos se tuvieron que conformar con dos puntos tras ganar en el tie-break (2-3).
Marcelo de Stefano, técnico del equipo amarillo, recordó la igualdad existente: «Estamos viendo una liga muy igualada. Cuando jugamos de visitante, los rivales juegan con un plus de motivación. El otro día jugamos muy bien gran parte del partido, pero, en algunos momentos, el otro equipo sacó ventaja. Reaccionamos a tiempo y conseguimos el triunfo como merecimos. Ahora, a seguir preparando los partidos, que quedan cuatro para que acabe la fase regular».
El entrenador del Ushuaïa, que no tiene bajas para el encuentro de hoy, mostró algo de preocupación por el hecho de que su rival «no se juega prácticamente nada». «Puede que así juegue sin presión y eso puede ser un arma de doble filo», dijo.