Sin nada más que jugarse ya que la honrilla deportiva en el campo y el orgullo de poder brindar a sus aficionados una nueva victoria en su despedida de su feudo hasta la próxima campaña, el San Rafael ofreció ayer un juego vertical y bastante vistoso para apuntarse de manera cómoda los tres puntos ante el Rotlet Molinar, un rival sentenciando ya de antemano al pozo del descenso y en espera de un milagro en forma de victoria fuera de casa que no se produjo.
Comenzó el partido con un San Rafi que controló y dominó la pelota desde el pitido inicial hasta hacerse dueño absoluto del ritmo de un encuentro que encararon sin ningún tipo de presión y con muchas ganas de agradar a sus aficionados.
Tras unos primeros 20 minutos sin sobresaltos en ninguna de las dos porterías, Arbeloa fue derribado en falta delante de la frontal visitante. Zurdo no dejó pasar la ocasión para abrir la lata y poner en ventaja a los blue con una verdadera obra de arte en la ejecución de un libre directo que colocó con sutileza en la escuadra izquierda de la meta rival (1-0).
Con esa ventaja por la mínima, pese a haber gozado de alguna que otra ocasión para haber ampliado el resultado se llegó al descanso.
Tras el intermedio, el San Rafael se agigantó aún más ante un inoperante Rotlet Molinar al que no concedió opciones para pensar en poder sacar algo positivo de su visita en tierras ibicencas.
Así, el dominio del conjunto local en el juego se transformó en un auténtico monólogo de llegadas con peligro para los de Vicente Román. Enric y Arbeloa en dos ocasiones avisaron de sus intenciones, pero fue Pacheta, en el minuto 54, el que hizo el segundo tanto, tras robar un mal pase entre la defensa, encarar solo al meta rival y batirlo con clase de tiro cruzado.
En el minuto 62 llegó el tercero. Lo marcó Roberto en jugada personal, después de hacer un vertiginoso eslalon por la frontal en busca de hueco y chutar colocado y ajustado al palo.