Los jugadores llevan mucho tiempo sentados a la mesa y la partida está llegando a su fin. El Formentera necesitaba dos buenas manos para salir victorioso. Ayer, en Sant Francesc, ante el Deportivo Aragón la jugada salió bien (2-1). Los goles de Gori López y Juan Antonio dan esperanza a los rojinegros que sacarán su última carta en Peralada. Una jugada a vida a muerte en la que sólo valdrá la victoria y esperar a lo que ocurra en otro campos.
En el último partido de este curso ante su público, que llenó las gradas –la entrada era gratuita–, los de Juan Arsenal no fallaron. Se sobrepusieron a los nervios para sumar tres puntos vitales en la lucha por la permanencia.
El Formentera salió bien a Sant Francesc y en el primer minuto tuvo la primera ocasión en las botas de Juan Antonio. La llegada fue un espejismo porque en la primera parte las oportunidades de gol brillaron por su ausencia. Los rojinegros tenían el control y tocaban buscando espacios que no llegaban. Pese a dominar el juego, la sensación de peligro no existía y la situación empezaba a ser preocupante. El Deportivo Aragón esperaba agazapado y buscaba salir rápido cada vez que robaban, pero con el mismo éxito que los pitiusos.
Los minutos fueron cayendo y no pasaba nada. En el minuto 44, Gori López despertó al público con un auténtico misil. Lanzó una falta desde unos 40 metros que se estrelló en la cruceta. Hubiese sido uno de los goles del año. Con esa jugada se llegó al descanso. El empate no servía y los nervios recorrían las gradas.
Tras el paso por vestuarios, el partido se volvió loco. En la primera acción de la segunda parte, el balón le llegó a Soria. Su centro golpeó en un rival cogiendo parábola y Gori López fue el más listo para adelantarse a la defensa y meter el primero del partido.
La alegría duró un minuto. Eso fue lo que tardó el Aragón en hacer una bonita jugada que le llegó a Abel Moreno, que desde la izquierda conectó un precioso disparo con el exterior ante el que nada pudo hacer Marcos Contreras. Tocaba ponerse a remar otra vez.
En el 52, Javi Rosa se sumó a la locura y mandó su cabezazo al palo. En el minuto 65, Soria estrelló una falta en la madera. Era el tercer balón que repelían los postes, para desesperación pitiusa.
En la jugada inmediatamente posterior, el ‘9' del Aragón no conectó con el balón cuando lo tenía todo para marcar. Y un minuto después, otro palo. Esta vez para los aragoneses.
En ese intercambio de golpes, en el 75, llegó una falta lateral. La puso Soria. Kiko se adelantó al portero visitante que salió a por uvas. El balón muerto le llegó a Juan Antonio, que a portería vacía no perdonó, para locura de la afición.
Aunque quedaba un cuarto de hora, con ese tanto se acabó el partido. Ahora, es turno de pensar en el Peralada. La última carta decidirá la suerte del Formentera.