Noel Cardona no seguirá en el HC Puig d'en Valls la próxima temporada. El técnico ya ha tomado la decisión, avanzada ayer por Ràdio Ibiza Cadena Ser, y la hará pública hoy en una rueda de prensa que tendrá lugar en la sede del club a las 12.00 horas. Todo hace indicar que Alberto Zabalegui, que se vinculó este curso al club, tomará el relevo. Además, según apunta dicho medio, seis jugadoras abandonarán la disciplina azul al término del presente curso, cuatro de ellas de la isla.
Cuando todo marchaba a la perfección, con la permanencia virtual en la Liga Guerreras Iberdrola en el bolsillo tras la victoria del fin de semana contra el Zuazo (29-28), el futuro del Puchi ha dado un giro de 180 grados y está en el aire.
Por otro lado, la entidad santaeulariense siempre ha defendido un proyecto con una sólida base de jugadoras de la casa, pero la hipotética marcha de sus principales figuras pitiusas hace que esta opción se tambalee para la próxima temporada.
Al parecer, Ana Ferrer y Ana Boned dejarán el balonmano cuando acabe este curso. Además, Ainhoa García y Flor Dumitrescu abandonarán Ibiza, por lo que tampoco podrán seguir vistiendo la elástica del Puchi. A estas cuatro posibles bajas pitiusas hay que sumar la ya confirmada de la malagueña Ana González, que se ha vinculado al Elche Mustang, y la más que probable de Carmen Campos, cuya gran campaña no ha pasado desapercibida por nadie y está siendo tentada por el Atlético Guardés. Eso sí, la madrileña aún no ha decidido su futuro y lo cierto es que le gustaría seguir en el club ibicenco si el proyecto deportivo es consistente.
Sin embargo, esto es algo que nadie puede asegurar a día de hoy. Para mantener una base ibicenca de ciertas garantías, el HC Puig d'en Valls tendría que repescar a jugadoras que se forjaron en su cantera y defienden o han defendido los colores de otros clubes en la máxima categoría nacional. Son el caso de Paulina Pérez Buforn (Zuazo), Stephania Oliveira (Canyamelar Valencia) y Raquel Bejarano (Morvedre). Con todo, parece complicado que tomen el camino de vuelta a la isla.
La otra opción, más lógica y que está en estudio, sería fichar más jugadoras de fuera de Ibiza. Esto contrasta con la filosofía actual del club, pero, al menos, se podría luchar sin problemas por mantener la categoría o incluso mirar por cotas más altas. El Puchi tiene superávit y se lo podría permitir, al menos, una temporada.