Hay lío en el fútbol sala ibicenco. El Comité de Competición Balear ha decidido que el partido entre el San Pablo y el Gasifred, que finalizó con un resultado de 6-3 para los primeros, se tiene que volver a jugar por anomalías en la alineación.
Todo empezó en los prolegómenos de dicho encuentro. El San Pablo no tenía a ningún jugador inscrito en la Federación al no haber llegado la documentación a tiempo, pero sí tenía una autorización para jugar. Los árbitros dieron el visto bueno y el partido se jugó. Fue la propia Federación Balear la que entró de oficio al entender que había irregularidades en el acta y pidió a los dos equipos que enviaran un informe con lo sucedido.
Tras estudiar el caso, han decidido dar el partido por nulo y por la tanto se tendrá que repetir. La Federación ha dado hasta el 1 de octubre para fijar una fecha.
La decisión ha sentado muy mal en el San Pablo. «Estamos muy enfados», afirmó ayer Rafa Albert. El presidente del club ibicenco aseguró: «Nosotros hemos jugado un partido con el consentimiento de los árbitros, el consentimiento de la Delegación de Ibiza y el consentimiento del Gasifred». «Si el día del partido se tomó, no entiendo que ahora vengan desde Palma y nos digan que tenemos que volver a jugar. Ya veremos si se juega», indicó.
Albert adelantó que van a enviar un escrito a la Federación mostrando su mal estar. «Esto no es lógico, llevamos cuatro años en la categoría y parece que siempre es igual», concluyó.
Por otro lado, desde el Gasifred ven la decisión como «una medida razonable». El secretario del club Marcelino Hernández defendió que «lo más justo es repetir el partido». «Cualquier otra cosa sería perjudicar a un equipo o al otro», explicó. Por último, manifestó su deseo de que se juegue antes de que empiece la liga.