La UD Ibiza visita este fin de semana al Granada B y pocos conocen mejor a los jugadores nazaríes que Raúl Barroso. Este ibicenco lleva cinco años en la estructura de la entidad granadina, actualmente dirige al juvenil de Liga Nacional, y ha tenido a sus órdenes a varios jugadores que el domingo se enfrentarán al bloque de Andrés Palop ya que el curso pasado estuvo de segundo en el filial rojiblanco.
Barroso se encuentra muy cómodo y feliz en la ciudad andaluza y destaca las grandes diferencias que hay en entrenar a en club con estructura profesional y un club humilde: «Aquí las clasificaciones no se miran, se mira la promoción de jugadores. El club quiere que los futbolistas sigan progresando». «Aquí el entrenador bueno no es el que mas gana, sino el que más jugadores saca adelante. Al final trabajas para el club», añade.
En cuanto a la diferencia con el fútbol ibicenco, lo tiene claro: «Yo he vivido lo que es Ibiza y no reniego de ella porque es mi casa, pero esto es completamente diferente. Aquí te tienes que quitar el ego del protagonismo de si quedas primero, segundo o tercero. Te tienes que dedicar exclusivamente al jugador».
Desde la distancia, Barroso ve en el proyecto de la UD Ibiza con ilusión: «Estoy contentísimo. En Ibiza hacía falta una persona como Amadeo. Hacía falta una persona que nos diga que quizás en Ibiza nos falta algo de profesionalidad en el fútbol».
Una falta que cree que se ve reflejada en la ausencia de ibicencos en el proyecto: «Que venga el equipo de mi casa y yo no pueda saludar ni al utillero porque no lo conozco. Me da un poco de pena». «Me da pena, pero apoyo completamente el proyecto y estaría encantado de que ascendiera, aunque esta semana quiero que gane el Granada», señala.
Sobre los fichajes mediáticos que ha hecho el club esta temporada, Barroso reconoce que alguna broma le han hecho. «A mí me ilusiona que en Ibiza haya fútbol de este nivel. Allí por ejemplo no hay ni un campo de césped natural, que es algo que aquí no se puede entender», explica. «El fútbol es césped natural, y esos pequeños detalles es a los que hay que llegar. Creo que Amadeo en cuanto pueda cambiará Can Misses por césped natural», continúa.
Además, asegura que varios fichajes se truncaron por esa carencia: «Me consta de muchos jugadores a los que ha llamado Amadeo que no han querido ir a la isla por el césped sintético».
JUVENTUD CONTRA EXPERIENCIA
Define al Granada B como «un equipo joven, pero muy ambicioso. Que quiere tener el balón y le gusta ser protagonista del juego. Tiene gente muy interesante, pero trabaja de cara al primer equipo. La idea es promocionar jugadores, pero eso no quita para que sean competitivos y quieran ganar».
Será un partido que enfrente juventud y experiencia y que cree que será muy parejo: «Será complicado para los dos equipos, no veo más favorito a ninguno. La categoría es muy igualada y creo que cualquiera te puede ganar».
Para Barroso el principal problema al que se enfrenta el club de Vila es la falta de tiempo en la planificación: «Al llegar el ascenso tan tarde y formar la plantilla a última hora, le está costando arrancar. Aquí se comenta que tiene muy buen equipo, aunque también se cree que para jugar el play off necesitan algo más».
El técnico ibicenco sueña con fútbol profesional en la isla: «Ojalá hagan play off y suban a Segunda, sería fantástico. Creo que Ibiza tiene mucho potencial para poder jugar en Segunda. Lo que pasa es que hacía falta una persona así. No es cosa de si invierte más o menos dinero, a mí lo que más me gusta de Salvo es su personalidad. Tiene las ideas clarísimas, gente de fútbol que sabe los pasos a dar».
Reconoce que al estar metido en el mundo del fútbol se entera de algunas cosas que no llegan a la isla y que la cosa pinta bien para el futuro: «La UD Ibiza ha tocado lo mejorcito de la Segunda B. No se andan con medias tintas. El objetivo es el ascenso. No pasar el rato en Segunda B».
Por último, cree que el mercado de invierno será complicado y que el año en el que se verá el verdadero potencial del club celeste será el próximo. Aún así no pierde la esperanza de que con algún acierto, se pueda llegar al play off.