La Peña Deportiva tuvo en Gijón un día para olvidar. Los ibicencos sufrieron una dolorosa derrota (6-0) en un partido en el que estuvieron muy lejos de su nivel. La alta efectividad asturiana y el bajo nivel pitiuso fueron los ingredientes para que el partido no tuviese color.
Raúl Casañ planteó un partido lleno de cambios. El técnico movió mucho su once, quizá pensando en el duelo copero del jueves o por el hecho de dosificar en una semana de tres encuentros. Lo cierto es que el plan salió mal. En el minuto cuatro llegó el primer gol. de los asturianos. El lateral Guille Rosas le cogió la espalda a Cruz en una jugada veloz. El sportinguista no desaprovechó el pase de Garci para superar a Seral con un túnel.
En el nueve, pudo llegar el segundo de los locales en otro balón a la espalda de Cruz. El lateral recuperó bien y pudo bloquear el disparo de Garci.
Cuando parecía que la Peña iba entrando en el partido, los asturianos marcaron el segundo. Mecerreyes apareció desde la segunda línea para aprovechar un centro de Garci desde la banda derecha. El centrocampista se adelantó a los centrales y remató a placer. 2-0 en el minuto 24.
Si ya estaba difícil, se puso imposible tres minutos más tarde. En esta ocasión, la superioridad llegó por la banda izquierda. Se asociaron Pablo García y Gaspar Campos para superar a Mena con otro balón al espacio. El lateral la puso al área, donde Berto remató libre de marca. 3-0 y la sensación de que iba a ser un día muy largo.
El Sporting B abrió el campo una y otra vez, destrozando la defensa peñista. La superioridad por banda era una sangría que no había manera de parar.
En el 38, la Peña tuvo su primera ocasión. Fraile remató al lateral de la red un balón peinado por Abel. Fue de lo muy poquito que ofrecieron los de Santa Eulària en la primera parte.
Prácticamente en la jugada posterior llegó el cuarto. Guille combinó con Chiki por la banda derecha y recibió dentro del área para marcar con mucha calidad.
Con el pitido del árbitro se llegó al descanso de la tortura que estaba sufriendo la Peña. El 4-0 era doloroso, pero justo. La superioridad por bandas era aplastante. Aún quedaban 45 minutos por delante.
Casañ dio entrada a Pipo y a De Val para buscar la reacción. La Peña salió mejor en la segunda mitad. En el 54, el extremo intentó rematar un balón centrado por Mena en la que fue la primera llegada ibicenca de peligro real.
Sin suerte
Poco después, los de Santa Eulària la tuvieron. Cruz efectuó un gran disparo desde la frontal que obligó a intervenir a Benítez. El rechace le cayó a Fraile, que mandó la pelota al palo. El nuevo rebote fue para Fran Núñez, que la estrelló contra un defensa.
Eran los mejores minutos de la Peña, pero lo que llegó fue el quinto. Otra vez en transición rápida y otra vez por las bandas. En el 65, Pablo García ganó la espalda de Mena y puso el balón al área para que Chiki marcase en lo que fue un calco del tercer tanto.
El desastre siguió en aumento. En otra contra llegó el sexto. Sandoval condujo con velocidad, se la dejó a Gaspar Campos, que le ganó la carrera a Mena, y superó a Seral con un toque sutil. Era el minuto 72 y el mayor correctivo de la historia de los de Santa Eulària en el fútbol de bronce era una realidad.
En los últimos minutos, la Peña intentó buscar su gol, pero sin éxito. Apenas hubo ocasiones ante un filial que esperaba ordenado y no renunciaba a salir con velocidad. El marcador ya no se movió. El 6-0 es doloroso. Toca pasar página. El jueves, la Copa del Rey.