La Pujada a la Catedral, como es tradición, fue la encargada de despedir el año deportivo ibicenco. Lo hizo con una fiesta de color donde los disfraces fueron tan protagonistas como los corredores que salieron a por la victoria. Anass Bourass e Indre Barkute se llevaron un triunfo que redondeó un gran año para los dos atletas.
Bourass, como viene siendo habitual, no tuvo rival y se llevó una prueba en la que no había participado en las últimas ediciones. El marroquí demostró que está por encima del nivel local. En una carrera que dominó con pasmosa tranquilidad, una acelerón en los últimos 200 metros le fue suficiente para alzar los brazos como ganador. El atleta dejó un tiempo de 7'49'' en la meta de la catedral.
En el podio le acompañaron Daniel Planells que entró un segundo más tarde y Antonio Tugores que dejó un registro de 7'52''.
Tras conseguir la victoria, Bourass señaló que se había tomado la prueba como un entrenamiento para los 10 kilómetros de Valencia que correrá el 12 de enero: «la carrera de Valencia es importante e intentaré hacer una buena marca». En esa misma línea, afirmó que se ve con fuerzas para romper la barrera de los 30 minutos en el 2020 en esa distancia: «Seguro. Seguro que lo lograré. Estoy entrenando muy bien con Joan Roig. Este año hice 30'12'' y creo que puedo bajar. Es el objetivo del año». Además, aseguró que se sintió muy cómodo pese a las cuestas propias de esta carrera: «En los entrenamientos estoy haciendo muchas cuestas y me encontré bien».
Broche a un gran año
También se impuso con solvencia Indre Barkute. La triatleta cerró un gran año con una nueva victoria. Aprovechó su zancada para abrir hueco en el llano y, una vez que la carrera se puso cuesta arriba, consiguió mantener la ventaja para alzarse con su segundo triunfo en la popular carrera navideña.
Barkute que llegó exhausta la meta firmó un tiempo de 9'24'' para aventajar en 14 segundos a Noelia Pérez que fue segunda. Los puestos de honor de la categoría femenina los completó la joven Aroa Manzano con un tiempo de 9'56''.
La vencedora se mostró feliz por el triunfo en la que considera «la prueba más dura de todas las que hay en la isla. Es corta, pero se va a tope desde el principio. La última parte se me hizo eterna». Barkute señaló que la victoria pone el broche a su «mejor año». Además, confesó que de cara al 2020 piensa centrarse mucho más en el triatlón: «Me gustaría competir como élite».