Este domingo, a las 10:10 horas, se abrieron las taquillas de Can Misses para la venta de entradas del UD Ibiza-Barça a los no abonados.
Enry Cantos, de 53 años, ha sido el primero en conseguir una. “Ha valido la pena el sacrificio”, dijo.
El aficionado era uno de los dos que ya estaban el jueves en la taquilla y que acabaron abandonando el lugar durante la madrugada. Explicó que se debió a que “el presidente nos ofreció una entrada para el viernes a mediodía y no cumplió”. “Tuve que venir el sábado a mediodía para hacer fila”, agregó.
El seguidor indicó que pasó “frío, hambre y ansiedad”. Con todo, acabó incluso divirtiéndose: “Nos reunimos unas cuantas personas e hicimos amena la noche”.
Los siguientes en una cola de medio kilómetro, mayor que la de abonados del día anterior, eran una pareja y su hijo Elías Ezequiel, de ocho años, que demostró tablas ante los medios: “Estoy muy orgullo de que venga el Barça aquí. El fútbol de Ibiza pasará a la historia por venir el Barcelona, el mejor equipo del mundo”. Indicó que los tres estaban en Can Misses desde el sábado a las 14.00 horas. El joven señaló que va “con los dos” equipos.
Claro, Antonio. El ayuntamiento tendría que haber instalado váteres, y ya puestos, pues también un puesto de castañas y un kiosko con bocatas, y un cuarto con masajistas para los que tuvieran agujetas de esperar de pie en la cola de la taquilla. Y puestos a pedir, que hubieran colocado de paso un tenderete con churros y chocolate calentito para los más madrugadores. Por pedir que no quede....