«Casi la liamos, la verdad que sí. Lo primero, es felicitar al Barça. Y en segundo lugar, no sabéis lo orgulloso que estoy de mis jugadores, tremendamente orgulloso. Han hecho un partido espectacular. Plantarle cara a un top del fútbol mundial, minimizar muchas de sus virtudes». Así comenzó la rueda de prensa un feliz Pablo Alfaro.
El técnico no parecía que hubiese perdido el encuentro porque miraba mucho más allá del partido: «No puedo estar más orgulloso de mis jugadores, de mi club, de mi gente, de mi isla y mi afición. Ha sido brutal. Esta llama ya no hay quien la apague. Hoy hemos dado un paso de gigante».
En su discurso, Alfaro quiso destacar el trabajo de sus jugadores: «Sabíamos de la dificultad, pero creo que hemos demostrado que somos un equipo que tiene alma y que también tiene fútbol, que esto no solo consiste en correr. Consiste en jugar al fútbol, llegar a la portería rival, marcar un gol en la primera parte, que te anulen otro, pegándole al poste, haciendo que el actual campeón de liga no te chute hasta el minuto 70, pero qué ocurre, que tienen a un tal Griezmann que es campeón del mundo y que tiene dos y te marca las dos».
«Creo que hemos caído de la forma más cruel, pero de ser eliminados que sea así, plantándole cara a un rival todopoderoso. Al que lo ha dado todo, no se le puede pedir más», continuó.
También reconoció que acusaron la carga de partidos: «Ha pasado factura y es lógico. Era el precio que íbamos a pagar. El Barça iba a tener más balón y eso te obliga a correr detrás. Además, el equipo fue valiente. Si llegamos a marcar el segundo, pues la cosa quizás hubiese cambiado».