Los 201 centímetros de Javier Herrero Alonso (Madrid, 1994) se ponen al servicio del Bàsquet Sant Antoni. El club ibicenco acaba de cerrar su segundo fichaje para la próxima temporada. Después de la incorporación del escolta Martí Duch, la dirección deportiva que dirige Jordi Grimau apuntala el perímetro. Y, al mismo tiempo, la pintura. Porque Herrero es un alero que puede actuar de ‘4' gracias a su envergadura. Su aterrizaje en la isla cubrirá una posición muy demandada en Liga EBA, la competición en la que se estrenará el Sant Antoni el próximo otoño.
“Es un jugador polivalente, que ofrece absolutas garantías en dos posiciones diferentes. Puede postear contra aleros y atacar el aro con el balón al suelo si se mide a pívots y jugadores más grandes. Además, no solamente nos ofrecerá su calidad individual; también llega para aportar rebote y defensa. Javi tiene capacidad para defender a rivales que actúen en cualquier posición interior o exterior, una habilidad que valoramos mucho porque le dará equilibrio al equipo”, explica Jordi Grimau.
El director deportivo de los portmanyins también ha valorado el tiro de larga distancia de Herrero (virtud que le permite abrir espacios cuando ejerce de ala-pívot) para cerrar su fichaje.
Según ha señalado el club en un comunicado, la llegada de Herrero supone un golpe de efecto en la categoría. Durante las últimas campañas ha sido uno de los mejores anotadores y reboteadores del Grupo B de Liga EBA, enrolado en las filas del CB Conejeros. Por eso, Herrero, que se crió deportivamente en el Unelco Tenerife (una de las mejores canteras del baloncesto español), era pretendido por varios clubes de LEB Plata, pero ha priorizado la oferta del Sant Antoni para aportar su granito de arena en un proyecto que tiene la ambición de crecer vestido de rojo y negro, el color que ha elegido el Sant Antoni para la próxima temporada. “Su implicación es máxima. Ha entendido qué es lo que queremos construir en Ibiza y llegará con la ilusión y el compromiso de ayudarnos a completar la mejor temporada posible”, concluye Grimau.