Pablo Alfaro (Zaragoza, 24-04-1969) asegura que los suyos llegan «bien» al playoff. El entrenador de la UD Ibiza es consciente de que la ilusión existente ahora a nivel futbolístico «no se ha vivido nunca», de ahí que quiera el ascenso sí o sí.
—¿Cómo llega el equipo?
–Llegamos bien. Lógicamente, con la incertidumbre que tiene no haber competido desde hace cuatro meses, pero hemos trabajado bien, sido cautos cuando tocaba y fieles al estilo de este club.
—Objetivo, el ascenso.
—Nos hemos ganado, por derecho propio, jugar el playoff para poder ascender, que era nuestro objetivo a principio de temporada. Ahora tenemos todas las ganas del mundo de ponerle la guinda al pastel tan bueno que nos ha salido este año.
—¿Siente la ilusión que envuelve al aficionado en la isla?
—Estamos defendiendo a la isla en una competición nacional con muchos alicientes y un foco mediático muy grande. La ilusión que se ha ido generando, llevamos días y días disfrutándola y viviéndola. Eso no se había vivido nunca.
—¿Cómo ve al rival?
—Sabemos lo que sabemos del Cornellà de hace cuatro meses. Lo mismo les ocurre a ellos con nosotros. En cuanto el árbitro dé el inicio del partido, veremos si son fieles a lo que son. ¿Que puede haber modificaciones? Seguro. ¿Que su forma de concebir el fútbol la cambiarán mucho? No creo. Los equipos que estamos ahí es porque lo hemos hecho bien. Puede haber matices, pero todos intentaremos ser fieles a nuestras fortalezas.
—¿Ve al equipo en Segunda?
—Solamente tenemos un reto y se llama Cornellà. Las tres palabras que nos han marcado a fuego desde el principio y que para mí son fundamentales: humildad y respeto por los rivales; compromiso con nuestros colores, escudo y gente; y, después, la ambición. Si falláramos en alguna de las tres, no seríamos nosotros. Con ellas vamos a ir hasta el final.
—¿Cómo evalúa la progresión del equipo y el club?
—Estamos aquí porque cada día se ha ido poniendo un ladrillo a este edificio familiar. De los profesionales que estamos en el club, de todos los aficionados que vienen los domingos a vernos y de la prensa. Al final, es tu isla y tu equipo y nos tenemos que defender entre todos. Esa idea ha sido clave. Más allá de matices futbolísticos, que son muy importantes, sin ese espíritu no se llega. Como ibicencos, todos estamos dentro del mismo barco. Nadie se ha escapado en otra dirección. El mismo barco que empezó [la temporada] va a ser el que va a llegar [al playoff]. Tenemos muy buenas sensaciones de que podemos entrar en puerto con el mar en calma.
—¿Le resultará extraño dirigir un partido sin público?
—El [partido] más extraño que voy a dirigir, seguro. Y, también, es muy ilusionante. Esta temporada, junto al partido del Barça, este playoff es un pasito más. Es otro nivel. Estamos peleando por estar en el fútbol profesional. Eso, hace no tanto tiempo, lo veíamos muy complicado. Como eivissenc, tener dos equipos como la Peña y el Ibiza peleando en este playoff es un hito difícil de repetir. A mí siempre me ha parecido que los colores del Ibiza representan muy bien los colores de la isla: el cielo y el mar son nuestras señas de identidad. Quiero que [los aficionados] lo disfruten mucho. Seguramente ya empezarán a sentir esas mariposas en el estómago. Tenemos un objetivo: ganar al Cornellà, respetándolo, y ojalá que después podamos marcarnos otro diferente.