El CD Ibiza tendrá que permanecer en Tercera División la próxima temporada. El equipo rojillo, que ayer jugó de blanco, perdió contra el Mallorca B por la mínima (0-1) en las semifinales de la fase de ascenso a Segunda B, despidiéndose así del playoff a las primeras de cambio.
Un solitario gol de Tovar al filo del descanso decidió un encuentro que estuvo dominado en la primera mitad por los bermellones. Pese a que Terán avisó en el primer minuto, lo cierto es que la iniciativa la llevó el filial, que en el primer cuarto de hora probó fortuna hasta en tres ocasiones por mediación de Carlos, Thomas y Óscar. La ocasión de este último fue la más peligrosa al acabar en el palo.
Al filo de la media hora se produjo una jugada polémica. Terán pidió penalti por una carga de Andreu. Esta aproximación al área de los ibicencos no fue más que espejismo, pues el que insistía sobre la portería era el Mallorca B. Un doble disparo en el 35 acabó siendo desviado por un mar de piernas de la zaga rojilla.
Dicen que tanto va el cántaro a la fuete que, al final, se rompe. Eso sucedió en el minuto 43, cuando Tovar, libre de marca en el área pequeña, cabeceó el balón a la red tras un buen centro desde la banda izquierda. Gol psicológico y a vestuarios.
Tras el descanso, el cuadro de José Pérez salió más enchufado y mejoró su imagen. Terán probó fortuna con un disparo raso y, acto seguido, un cabezazo bombeado de Bala se topó con el palo. Se volcó el CD Ibiza sobre el área rival y vio también cómo un zaguero impedía el empate bajo palos en un córner.
En el minuto 69, justo después de una buena intervención de Contreras, Parra vio la segunda tarjeta amarilla. El equipo ibicenco se hizo entonces con el control absoluto del partido.
En el 81, los de Vila reclamaron penalti por una posible mano dentro del área, pero el árbitro no lo consideró así. Dani, en el 89, tuvo la puntilla en un disparo cruzado. Perdonó y casi le costó caro, pues, en el 94, un cabezazo de Arias se marchó lamiendo el palo en la última acción reseñable del encuentro. Ya no hubo tiempo para más y el CD Ibiza quedó, por tanto, eliminado de la fase de ascenso.