Óscar Cano, entrenador del Castellón, considera que los suyos están bien tras el varapalo del domingo, cuando se quedaron sin el ascenso directo a Segunda en la tanda de penaltis contra el Logroñés: «Mi equipo está habituado a levantarse de situaciones muy difíciles. El domingo estábamos cariacontecidos, tristes y jodidos, porque palpamos el ascenso con la punta de los dedos, pero, con el paso de las horas, veo a la gente a un buen nivel emocional. Hay de nuevo alegría y ganas de ganar».
El técnico castellonense considera que «no hay favoritos en una competición así, tal y como el propio rival ha demostrado en la primera jornada eliminando al Marbella». «Yo prefiero no ir de favorito ni de víctima. Ellos tienen un gran potencial. Los equipos y el valor de sus jugadores tienen que ver con dónde van a estar el año siguiente, qué méritos contrae y dónde les sitúan, y me consta que hay jugadores ya de ese equipo firmados por grandes clubes de Segunda B y algunos de Segunda A siguen de cerca y muy en serio a algún jugador de ellos», aseguró el técnico, que destacó que la Peña «ha estado por encima del Real Madrid Castilla, que es capaz de gastar 40 o 50 millones de euros que un jugador juegue en su filial».
Cano comentó que el conjunto peñista tiene «muchas fortalezas y carencias, como todos los que afrontamos este playoff. Es un equipo desinhibido, lleno de jugadores con talento y con esos recursos que tanto echamos de menos los entrenadores y que se están perdiendo en el fútbol actual como son los jugadores capaces de desequilibrar, buenos en el mano a mano y el uno contra uno, sabedores de lo que generan con sus uno contra uno y, fundamentalmente, con unas condiciones extraordinarias para contraatacar».