Match ball salvado. La UD Ibiza Ushuaïa Volley cumplió su primer miniobjetivo de esta recta final de Superliga masculina al superar al sumar los tres puntos contra el colista de la categoría, el Almoradí. El equipo alicantino no incomodó en ningún momento al conjunto ibicenco, que se habría complicado mucho la vida en la lucha por la permanencia si hubiera perdido en la tarde de ayer.
El hecho de que Cabrera hiciera el primer punto del partido no fue más que una anécdota. Los locales pronto se escaparon de cinco puntos (9-4), lo que obligó al técnico visitante a pedir tiempo muerto. La sangría creció hasta los ocho puntos (13-5), con los locales brillando en el bloqueo. La máxima ventaja alcanzó los nueve tantos (21-13) y entonces sucedió algo que ya empieza a parecer habitual. Una pájara de los pitiusos metió a los almoradidenses de lleno en la pelea por el set, de ahí que Aitor Barreros parase el partido con 22-19. Afortunadamente, los celestes cerraron la manga con un 25-20 a su favor.
El segundo set se mantuvo igualado en los primeros compases. Con empate a 13, un saque directo de Méndez y un bloqueo de García-Torres hizo que el Almoradí pidiera tiempo muerto (15-13). Sin embargo, el festival del jugador más veterano de Superliga no había finalizado y el duelo se reanudó con dos bloques más de García-Torres (17-13). La Udé metió la directa y se acabó apuntando la manga por un contundente 25-17 con dos puntos finales de Méndez.
Pero aún había que cerrar el partido. Los de Aitor Barreros lo sabían y salieron muy concentrados a la pista en el inicio del tercer juego, que comenzó con un 4-0 para los ibicencos. El 13-5, en un nuevo bloqueo de García-Torres, desesperó al míster del Almoradí, que pidió tiempo muerto. Con todo, esto no frenó el vendaval pitiuso, que llegó a distanciarse de 11 puntos (24-13) y cerró la manga con un 25-16 que le permitió liquidar el encuentro por la vía rápida.
Con este resultado, la UD Ibiza Ushuaïa Volley toma algo de oxígeno en la tabla clasificatoria y abandona la zona de descenso, reservada a los cuatro últimos clasificados. El Textil Santanderina, que perdió ayer, entra ahora en la parte roja.