La Peña Deportiva regresa este domingo a los terrenos de juego después de un periodo de diez días de confinamiento por nuevos casos de COVID-19 en su plantilla. Esto, obviamente, ha roto por completo la planificación de los peñistas, pero Raúl Casañ no quiere excusas. «Es lo que hay. No hay que pensar en negativo. Podemos jugar, que es lo que queremos», dijo el entrenador peñista.
Eso sí, el técnico es consciente de que los suyos no llegan en las mismas condiciones que antes a este choque: «Los más afectados somos nosotros. El más afectado es el que no puede preparar el partido tras una dinámica muy positiva y ahora tiene que jugar cinco partidos en dos semanas, pero esto nos hará mas fuertes. No vamos a llorar porque no entrenamos. Tenemos que estar a la altura, ser muy fuertes y estar como estamos: unidos y con unas ganas tremendas».
El preparador de los de la Villa del Río reconoció que «diez días sin entrenar se notan, pero estamos más pendientes de trabajar bien estos días, recargar pilas y afrontar lo que nos viene sin estar pensando en que no hemos podido entrenar ni en excusas».
A pesar de contar con dos partidos menos en su haber por aplazamiento, el equipo santaeulariense sigue líder y cada vez está más cerca de sellar la permanencia en Segunda RFEF.
Con todo, Casañ hizo un llamamiento a la calma: «Hay que mirar la parte positiva, que es que, sin jugar dos partidos, seguimos líderes. Tenemos un salvavidas. Tenemos un margen, pero no podemos confiarnos porque en el partido contra el Atzeneta ya vimos que estábamos casi salvados y apurar hasta el último partido no sería bueno. Cuanto antes adelantemos el trabajo, más tranquilos estaremos para el resto».