Acántaros. Así llovía ayer por la tarde-noche en Ibiza, pero eso no impidió que la UD Ibiza celebrase con unos 200 seguidores el ascenso a Segunda División en las inmediaciones del estadio de Can Misses. La ocasión lo merecía y, con la ilusión en su punto de ebullición, no se podía poner fin al día sin esa comunión equipo-afición.
Nada más aterrizar el plantel celeste en el aeropuerto, donde, eso sí, nadie aguardaba su llegada, emprendió rumbo a su campo de juego. Allí, en la avenida principal, sí aguardaban sus ‘fieles'. Cuando llegó el autocar, escoltado por fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, las bengalas pusieron la nota de color y el cántico de «a Segunda, oe» retumbaba en el aire.
Los jugadores pisaron tierra acompañados de Amadeo Salvo. Unos segundos de aplausos mutuos entre el plantel celeste y los aficionados, separados por un cordón policial, dieron pie a un abanico de cánticos como «que bote Can Misses» y el clásico «campeones, campeones, oe, oe oe,».
Sergio Cirio volvió a ser protagonista. Sus compañeros volvieron a alzarlo a hombros en esta fiesta que estuvo pasada por agua, pero no con el sentido que habitualmente tiene dicha expresión. Y es que, por mucha lluvia que había, los festejos no los frenó nadie. El 23 de marzo de 2021 quedará marcado a fuego en la historia del fútbol pitiuso. La Unión Deportiva Ibiza es, desde entonces, nuevo equipo de Segunda División.