El ciclismo en pista japonés pudo celebrar en el cierre de los Juegos Olímpicos de Tokio su primera medalla en las pruebas de fondo. El premio al trabajo y la apuesta realizada por este deporte, con el desarrollo del High Performance Center of Japan Cycling (HPCJC), dirigido por el ibicenco Miguel Torres, quien desde hace unos años se ha instalado en el país nipón para ponerse al frente de esta iniciativa que ha dado sus frutos, en casa, y frente a su público en el Velódromo de Izu.
En un país en el que el keirin es una pasión, la ciclista Yumi Kajihara entró en la historia del deporte olímpico japonés al conseguir la medalla de plata en el Omnium Femenino, la competición que cerró las competiciones de pista en Tokio 2020.
Con 110 puntos y haciendo valer sus segundas posiciones en scratch -salvando una caída múltiple- y eliminación, además de ser quinta en el tempo, Kajihara defendió su renta en una discreta puntuación para subir al podio y dar una alegría al equipo que dirige el balear Miguel Torres, que se suma de esta manera a la lista de técnicos isleños que han logrado una medalla con otros países, como fue Javier Torres, en vela, con el oro logrado de nuevo con el 49erFX brasileño.
Balears exporta talento, no únicamente a nivel de deportistas, sino también en cuanto al capítulo de técnicos y entrenadores. Y el trabajo de Miguel Torres, que dio sus primeros pasos en el STRYC del Velòdrom Illes Balears para pasar por el Centro Mundial de Ciclismo de la UCI en Aigle (Suiza), da sus frutos en la otra punta del mundo. Con una plata, la del Omnium Femenino con Yumi Kajihara, que avala la apuesta formulada y gestionada por Torres, que ya sienta las bases de este corto ciclo olímpico rumbo a París 2024, con la meta de igualar o superar este hito.