Dicen que una imagen vale más que mil palabras. La del último juego del partido contra el San Sadurniño podría ser prueba de ello. El desastre absoluto. Era el partido más importante del año y tras dos primeros sets competidos, sobre todo el segundo, el tercero rozó el ridículo. Es cierto que se ha tenido que reducir mucho el presupuesto y que el objetivo no tiene nada que ver con el de hace un par de años, pero quién ha visto al Ushuaïa y quién lo ve.
Los celestes cayeron este sábado con estrépito en San Sadurniño (3-0) y se complican y mucho sus opciones de permanencia. De soñar con pelear títulos a la nada más absoluta. Los gallegos, que no habían ganado ningún partido este año, caricaturizaron a los de Ariel Olmedo, que caen a puestos de descenso, solo por delante de Valencia.
Los celestes salieron mejor plantados al polideportivo de este pequeño pueblo de 3.000 habitantes. Las primeras ventajas fueron ibicencas, pero los locales, poco a poco, fueron neutralizando una desventaja que llegó a ser de tres puntos. Con el 16-16 cambió el signo del partido y fue el San Sadurniño el que empezó a mandar en el marcador, pegando un tirón final hasta el definitivo 25-20.
El segundo set fue una auténtica batalla entre do equipos que sabían que se jugaban la vida. Los locales mandaban, pero los celestes se mantenían cerca y en un par de ocasiones se pusieron por delante. En este intercambio de golpes se llegó a la diferencia de dos, cayendo para el conjunto gallego por 28-26.
Y con el 2-0 en el marcador llegó la hora de la verdad. La hora del todo o nada y fue nada. Se encogió el brazo y el nivel de los jugadores de la UD Ibiza Ushuaïa, hundidos, cayó en picado. Malas recepciones, malas construcciones, malos ataques y peores saques. No hubo nada que salvar de un set que fue un despropósito y que terminó en fiesta gallega. El 25-16 saca al San Sadurniño del descenso.
La situación crítica que vive el equipo ibicenco podría ir a peor cuando Valencia y San Sadurniño se vean las caras el próximo fin de semana.