El Sant Josep dio este sábado el primer paso para poder jugar la fase de ascenso y pelear por el título balear. Los ibicencos se impusieron en casa al Mallorca (9-8) en el partido de ida de las semifinales. Fue un encuentro duro en el que lograron una mínima ventaja de cara al partido de vuelta que se juega este mismo domingo en Palma (15.30 horas).
El partido fue una auténtica fiesta del waterpolo con una piscina completamente a reventar. El cuarto se cerró con un empate a tres goles. La igualdad era la nota predominante y al descanso se iban los mallorquines con una ligera ventaja (4-5).
En el descanso, el Sant Josep ajustó piezas y realizó su mejor parcial en el tercer cuarto, llegando al final del mismo con el 9-7 en el marcador.
En el último cuarto, no lograron marcar y al final el partido se cerró con un gol de diferencia que sabe a poco para los ibicencos que pensaban que podrían lograr un renta mejor en casa.
De cara al decisivo partido de este domingo, el capitán Diego Barturen destacó que será un duelo entre la experiencia ibicenca y la juventud mallorquina.