La UD Ibiza toca fondo. El equipo celeste ha caído por un contundente 4-0 en Albacete, un resultado que le complica aún más el objetivo de la permanencia. El conjunto ibicenco se dedicó a perseguir sombras en una primera parte que se saldó con un rotundo 3-0 y en la que Kévin Appin se tuvo que retirar del campo tras recibir un golpe en un choque de cabeza con Martín Pascual.
Los de Rubén Albés avisaron de sus intenciones desde el principio. A los siete minutos, Álvaro metió un centro peligroso desde la derecha que no encontró rematador por poco. Acto seguido llegó el primer gol del partido. Una jugada elaborada de los locales la culminó Maikel Mesa con un disparo con el exterior pegado al palo. Impresionante.
En el ecuador de este periodo, Maikel Mesa perdonó en el segundo palo. Su remate fue tan pobre que no salió ni por la línea de fondo. Con todo, los suyos pusieron tierra de por medio en el minuto 28, cuando Higinio transformó una pena máxima cometida inocentemente por Juan Ibiza al agarrar a un rival en el área.
La Udé sólo tuvo dos acercamientos. A la media hora de juego, Bogusz no remató bien un balón servido por Ekain al interior del área y, en el 40, Diop enganchó un balón desde fuera del área que se marchó lamiendo el palo. Fue la primera pelota que tocó el senegalés al entrar en sustitución de Appin. También Goldar entró por Martín Pascual en esa misma ventana de cambios.
Cuando todo hacía pensar que se llegaría al descanso con 2-0, Fuster puso la puntilla en el descuento. Un error defensivo a la hora de despejar el balón en un saque de banda permitió a Juanma García profundizar por la banda derecha y poner el esférico en el área para que Fuster terminar de hundir a una UD Ibiza que dejó mucho que desear.
Lucas Alcaraz movió el banquillo durante el descanso. Retiró a un desaparecido Suleiman para dar entrada a Nolito. El partido cambió en relación a lo visto anteriormente. La Udé mejoró su rendimiento, si bien también es cierto que el Alba no tenía necesidad de arriesgar y quitó el pie del acelerador.
De todas formas, esa mejoría no era suficiente como para dominar a su rival o dar la sensación de peligro constante. De hecho, su mejor ocasión, en un disparo de Nolito, fue invalidada por fuera de juego.
Los celestes no encontraban la forma de dañar a su rival. Ekain tampoco pudo ver puerta en un remate en el segundo palo tras un acción a balón parado. El técnico unionista buscó otras soluciones con la entrada de Morante y Armando por Bogusz e Isma Ruiz. Goldar, de cabeza tras un centro de Ekain, y Nolito, con un disparo tras una buena acción de Armando, probaron fortuna sin suerte.
El que sí acertó fue el local Álvaro en el minuto 81. Dubasi se zafó con un giro magnífico de Miki Villar, entró por el costado izquierdo como Pedro por su casa y puso una pelota franca al corazón del área para que Álvaro, libre de marca, firmase el definitivo 4-0.
Fue la puntilla para una UD Ibiza inconsistente, a la deriva y que no hay forma de que levante cabeza. Los celestes cierran el año en el farolillo rojo, con solamente 16 puntos en su haber en el ecuador de la competición y la complicada misión de tener que hacer el doble de puntos en el transcurso de la segunda vuelta. Pintan bastos.