«¿Cómo se le gana al Betis? Haciendo un partido perfecto, teniendo un poquito de suerte y, sinceramente, haciendo el partido de nuestras vidas. Tantas cosas pasan en 90 minutos contra un equipo de élite que la empresa es difícil, pero no imposible». Así ha comenzado esta mañana Manu Calleja su rueda de prensa previa al partido de Copa del Rey ante el Betis.
El técnico del CD Ibiza ha reconocido que tener al campeón de copa en Ibiza «mola». «Yo cuando estábamos en el sorteo que nos quedamos un poquito… porque todo el mundo quería el Barça o el Madrid. Yo cuando nos tocó el Betis, dije: ‘hostia' y perdonad la expresión. Tienen dos campeones del mundo, son el vigente campeón, un equipo con mucha tradición, con solera, que juega muy bien al fútbol y un pedazo de entrenador. Voy a tener a pocos metros de mí a uno de mis referentes. Para mí, eso en lo personal es muy importante. Es un día especial», ha señalado.
Precisamente sobre el hecho de enfrentarse a Pelligrini, ha dicho: «Ayer hablaba con mi familia y les decía que hace escasos dos meses lo estaba pasando fatal en Panamá. La vida es tan maravillosa, que es igual que el fútbol, el fútbol es la cosa más increíble del mundo. Hemos pasado de estar sufriendo situaciones complicadas a tener la posibilidad a jugar un partido lo más parecido a la Primera División. Yo siempre he tenido como modelo a don Manuel Pelligrini, que me parece un auténtico señor más allá de sus cualidades como entrenador, que están ahí. Poder acercarme a darle la mano lo compensa todo. Compensa los años de impagos, los años de retrasos, las putadas que he sufrido, las batallas del barro. Nosotros somos del barro, somos obreros del balón, no somos élite y para estar aquí lo hemos pasado muy mal, de verdad».
Sobre el rival, ha señalado: «El Betis es un buen equipo de una categoría muy superior a la nuestra. Ellos saben que tienen que hacer su partido, empezarán fuerte, tendrán ritmo con balón, te someterá, te intentará hacer daño… Estás hablando de un equipo con unos automatismos de equipo top».
Al ser preguntado por si había que creer en la clasificación, ha respondido: «En la casa del pobre la esperanza es lo último que se pierde. Hay que creer siempre. El fútbol es tan grande porque ha habido mil situaciones de este tipo en el que el pequeño le gana al grande». «Si no pensase que pudiésemos pasar, no vendría mañana. Yo soy muy competitivo. Juego con los niños a las chapas y quiero ganar e intento cogerme a los buenos cuando juego la pachanga con los amigos. Uno juega a ganar siempre, con sus armas y tus limitaciones. El fútbol es pura competición. Hay motivos para conseguirlo. Que es muy difícil, lo sabemos todos, pero hay motivos para creer. En la vida hay que creer para todo. El que no crea que podamos pasar que no venga mañana», ha añadido.
Por último, sobre el equipo que se podrá ver en el césped no ha dado pistas: «En una plantilla como esta hablar de onces titulares o suplentes, no tiene mucho sentido. Vamos a sacar los que creemos que pueden dar una mejor respuesta competitiva de inicio. El plan es llevar un partido largo, intentar competir hasta el final y habrá futbolistas que intervengan del 70 al 90 que probablemente tenga una importancia superior a los que salgan de inicio. Estos son los que pueden cambiar la dinámica y pueden hacer cosas que nos mantengan vivas». Además, ha anunciado que están todos disponibles, con la única duda de Pol Ballesteros.