Mario Ormaechea ha ofrecido este jueves sus primeras palabras como nuevo entrenador de la Penya Independent, a la que regresa para sustituir al recién despedido Iván Ruiz. El técnico, autor de los dos últimos ascensos de los de Sant Joan, recordó que «el tiempo quita y da razones», y se mostró feliz por afrontar «el reto más difícil» que ha tenido en su carrera deportiva.
El barcelonés, que lleva muchísimos años residiendo en la isla, reveló los entresijos de la llamada del presidente, Toni Curuné: «Yo estaba en casa un poco enfadado. Me llamó el presidente, con el que tengo amistad, y me supo reconocer las cosas. Me preguntó cuántos años quería estar aquí y le dije dos».
El míster tiene una misión muy clara por delante: «Hay que intentar que el equipo tenga una identidad, la que teníamos siempre y que nos iba bien. Con la plantilla que hay tenemos que hacer algo muy complicado, que es mantenernos. Queda mucho. Es difícil, pero los retos siempre me han gustado. Evidentemente, si en la octava jornada despiden al director deportivo y al entrenador es porque algo no se ha hecho bien. No hace falta que lo diga yo. Mi tarea ahora mismo es sacar el máximo rendimiento que se pueda. Yo confío en todos los futbolistas. Para mí, son los mejores porque son los míos y tenemos que sacarles el cien por cien».
El entrenador naranja recordó que «más abajo no podemos estar». «Estamos los últimos junto a La Nucía», agregó. Eso sí, dejó claro que «tenemos que intentar que la gente no esté nerviosa». «El tema mental es muy importante. Se ha de intentar creer en la idea», expuso.
Sobre la posibilidad de hacer cambios en la plantilla en el mercado de invierno, dijo: «Nosotros vamos a intentar salvar al equipo. Si tenemos que reforzarnos, nos reforzaremos. Ahora están os que están. De aquí a diciembre tienen que demostrarme que tienen que seguir ellos. Si en enero se tiene que fichar a alguien, se hará, pero esto es como ir al Mercadona a las 21.30 horas. Hay lo que hay. Y si descendemos, descendemos. Vamos a intentar que no pase. Me gustan los retos».
Ormaechea realizó una comparación curiosa para comprender el crecimiento de la Penya Independent: «Esto es como cuando un niño tiene ocho años y mide 1,90. No es normal subir en 15 meses dos categorías en un club como este, que no está estructurado. Es muy difícil y sobre todo lo es para los que mandan en él. Somos la Penya Independent. No somos ni el Hércules, ni el Sant Andreu ni la Peña Deportiva».
Una vez realizado su análisis sobre la situación de la Penya Independent, el catalán habló de su alegría por regresar: «Me emociono y todo. Iba por la calle y nadie lo entendía. Lo pasé muy mal. Tenía que dar muchas explicaciones. Ahora hay mucha gente que está contenta, posiblemente más que yo. Ha pasado lo que ha pasado. La gente se equivoca y yo me equivoco. Todos nos equivocamos. Hay una cosa muy importantes: rectificar es de sabios».