La Peña Deportiva y el Cerdanyola se han repartido los puntos este domingo en un partido en el que el fútbol ha brillado por su ausencia. Ha sido un choque de balones en largo y juego directo, de disputas y segunda jugada. Un estilo que no funcionaba con Áxel Vizuete y que tampoco ha funcionado hoy con Alberto Gallego. Al final, empate a nada. No hubo goles y prácticamente tampoco ocasiones.
Los primeros minutos fueron de tanteo entre dos equipos que medían sus fuerzas y arriesgaban lo mínimo. No pasaba gran cosa y no fue hasta que se superó el cuarto de hora que llegó la primera ocasión. Fue para los visitantes. En una acción embarullada tras una falta lateral, la defensa no logró sacar el balón y este le acabó llegando a un jugador del Cerdanyola que remató colocado, pero sin mucha potencia, obligando a Edu Frías a estirarse para sacar una buena mano.
Los minutos iban cayendo y seguían sin pasar demasiadas cosas en el Municipal. La Peña tenía muchos problemas para llegar a zona de peligro y cuando se acercaba al área tampoco había disparo. Media hora de juego y el portero del Cerdanyola no había tenido que intervenir. Tampoco es que Frías hubiese que parar mucho, más allá de la ya mencionada acción. Un disparo sin ángulo de Richmon había sido la otra opción que habían generado los catalanes.
La primera opción de cierto peligro para los ibicencos la protagonizó Mejía. El centrocampista se asoció bien en la frontal del área y terminó sacando un disparo desde una buena posición, pero con demasiada potencia y poca dirección.
La primera parte se esfumó sin mucho más que contar. Estaba siendo un partido de mucha disputa y un fútbol no tan bonito para el espectador. En las gradas la gente esperaba que las cosas mejorasen en el segundo acto.
La segunda parte empezó con un paisaje prácticamente idéntico. Ninguno de los dos equipos lograba imponerse y tampoco llegaban ocasiones de gol. Las defensas salían siempre victoriosas. Pasado el cuarto de hora, llegó el primer disparo entre los tres palos y fue también para los visitantes, que se encontraron con un Edu Frías perfectamente colocado.
La Peña se equivocaba una y otra vez buscando el balón en largo. Sólo en las pocas acciones en las que conseguía convenir llegaba con ciertas ventajas a la zona de ataque. No le estaba saliendo el plan a Alberto Gallego. De hecho, la Peña estaba recordando más a la de Axel Vizuete que a la de las últimas jornadas.
No fue hasta el 70, que en una de esas pocas jugadas que trenzaron que encontraron el hueco. Elorza llegó a línea de fondo y puso un buen centro para Tovar, que remató de cabeza, pero sin demasiada potencia.
En la recta final se entró con todo por decidir. Parecía que estaba mejor en estos minutos el conjunto local, pero tampoco terminaba de generar peligro. El balón estaba más tiempo por el aire que a ras de suelo. Se empecinaban los locales en un juego directo que no daba resultados. La más clara del partido llegó en el 90. En una acción de estrategia, el esférico le acabó llegando a Fraile, que, en el área pequeña, no pudo superar a Álex Sánchez. Fue la última de un día en el que ninguno de los dos equipos mereció los tres puntos.