El Formentera ha asaltado este sábado Sant Miquel para llevarse el derbi pitiuso ante la Penya Independent (1-3). Ha sido un encuentro muy disputado, con igualdad y en el que los locales fueron mejores en la segunda mitad cuando jugaron con uno menos. La victoria da un poco de aire al Formentera y hunde un poco más a los ibicencos.
Los primeros minutos fueron parejos. Ninguno de los dos equipos conseguía imponerse al otro y el primer cuarto de hora se esfumó sin ocasiones de gol. Se acercaba más al área el conjunto local, pero sin encontrar opciones de remate.
La primera oportunidad de verdad llegó en el minuto 20. Rulo Prieto aprovechó un mal desplazamiento de Johan Guzmán para llevarse el balón y apurar la línea de fondo. El carrilero centró al segundo palo, donde apareció Machuca, que no consiguió darle precisión a su remate, que se marchó cruzado.
La réplica llegó nueve minutos más tarde. El Formentera encontró a sus jugadores con más talento y trenzó una buena jugada. Iban Ribeiro filtró el balón para Bertino, pero Lucas Martínez achicó el espacio, el atacante llegó muy forzado y no encontró los tres palos. Un minuto más tarde llegaban malas noticias para Maikel Romero. Montalbán no podía continuar y entraba en su lugar el jugador del filial Lorenzo Busi.
Estaba mejor el Formentera en estos minutos y su dominio se empezó a notar. En el 39, Bertino se fue de todos los que le salieron al paso, el balón le terminó llegando a Domingo, cuyo disparo se marchó muy cerca del palo. Fue el aviso de lo que estaba por llegar.
Un par de minutos después, volvieron a encontrar a Bertino que recibió al espacio, pero en el mano a mano le ganó la partida Lucas Martínez. El rechace le llegó a De las Marinas que aprovechó que no había portero para marcar a placer.
El 0-2 subió al marcador antes del descanso. En un balón parado, la defensa no acertó a despejar el esférico y Ribeiro lo aprovechó para poner tierra de por medio antes del descanso.
Mejor con diez
La segunda parte comenzó de la peor manera posible para los ibicencos. En el 47, Revuelta vio la tarjeta roja directa al entender el árbitro que había agredido a un jugador visitante.
Pese a lo que se podía esperar, la expulsión sentó mejor a los locales que a los visitantes y, en el 62, llegó la oportunidad para meterse en el partido. El árbitro pitó penalti por unas manos. Bautista tomó la responsabilidad, le pegó con fuerza y puso el 1-2. Había esperanza para los joanins.
El gol hizo daño al Formentera y, lógicamente, sentó muy bien a la Penya Independent que se empezó a creer que podía empatar pese a estar con uno menos. Atacaba el conjunto de Mario Ormaechea que empezaba a meter en su campo al Formentera, que se jugaba la carta de la contra como su única opción para matar el partido.
Sufría el conjunto visitante ante el empuje local. Y cuando se entró en los cinco minutos del tiempo de descuento parecía que el empate estaba más cerca que la sentencia. La tuvieron los ibicencos, pero los de Maikel Romero supieron resistir y Gorka Marcos, en el 92, hizo un golazo para cerrar el derbi pitiuso y dejar a la Penya Independent muy tocada.