Lo de José Antonio Ramon ha sido llegar y besar el santo. El jovencísimo atacante de la SD Ibiza debutó el fin de semana a lo grande, con un gol en el tiempo de descuento que permitió a los suyos rascar un punto en el feudo del Cornellà. Con tan sólo 16 años, el más listo de la clase apareció en el área para estrenarse como goleador apenas unos días después de haber aterrizado en el club rojillo procedente del Atlético de Madrid.
El delantero ibicenco saltó al terreno de juego a falta de menos de media hora para el final en sustitución de Bengoechea. Por entonces, los catalanes vencían por 1-0 merced al gol de Bruno Lorente en el minuto 53. El futbolista cedido por los colchoneros salió con la misión de refrescar el ataque y colaborar en la búsqueda del empate. Y bien que lo hizo. En el minuto 94, cuando parecía que estaba todo el pescado vendido, emergió en un córner para poner las tablas en el marcador y sellar el definitivo 1-1.
José Antonio aún recuerda la acción del gol: «En el último minuto, en un saque de banda, la pedí, intenté buscar el centro pero me taparon, así que intenté que el defensa la tocara para forzar el córner. En ese saque de esquina, subió hasta el portero, que justamente es quien me hizo el bloqueo y conseguí rematar de aquella manera».
El aún futbolista juvenil está «muy contento por cómo han salido las cosas». «Llevo poco tiempo aquí trabajando y tuve la oportunidad de jugar algunos minutos y ayudar al equipo», añadió.
El jugador, aún en plena formación pero con una calidad tremenda, reconoció que le miman pero al mismo tiempo le dan «mucha caña». «Me animan mucho, pero somos conscientes de que no hemos conseguido nada y hay que seguir currando día a día», expuso.
Sobre su apuesta por aceptar la oferta de la SD Ibiza, dijo: «La verdad es que fue bastante fácil porque, además, conozco a algunos compañeros. Además, estoy en casa con mi gente y eso hace todo más fácil. Recibo muy buen trato de toda la gente y estoy a gusto».
En cuanto a su paso la temporada pasada por el Atlético de Madrid, dijo que le ha servido para crecer: «He aprendido muchísimas cosas. Ha sido una experiencia nueva. Además, a los de nuestro equipo los subían bastantes veces a entrenar con el primer equipo y ahí ves de cerca el fútbol de primer nivel, por lo que aprendes mucho. El nivel y la intensidad allí en comparación con de donde yo venía es otro mundo».
Ahora, está centrado en hacer una buena temporada con la Esedé y no quiere ponerse metas para el futuro: «En el futuro no pienso demasiado. Quiero pensar en esta temporada y seguir aprendiendo. Intentaré tener los máximo minutos posibles, que no va a ser fácil por mucho que este fin de semana haya ido bien. Hay mucha competencia y va a ser complicado. Trataré de hacerlo lo mejor posible cada día, en cada entreno, para luego rendir lo mejor posible el fin de semana».