La UD Ibiza se ha tenido que conformar con un empate sin goles en el feudo del Atlético Sanluqueño, un resultado pobre a tenor de cómo llegaba uno y otro equipo. El líder fue incapaz de sumar los tres puntos ante un oponente de la zona baja de la tabla y sigue ofreciendo una imagen irregular en este arranque liguero.
El cuadro unionista no respondió a las expectativas previstas ante un rival en horas bajas. Era el momento de dar un golpe sobre la mesa, de prolongar la buena imagen de la última jornada y refrendarla con una victoria más contundente –la primera por más de un gol– ante una escuadra que venía exhibiendo una fragilidad enorme atrás hasta el punto de encajar más de dos goles por partido. Pero nada más lejos de la realidad.
La Udé no sólo no plasmó su teórica superioridad sobre el césped, sino que estuvo bajo el dominio de un cuadro gaditano más ambicioso. Los locales fueron quienes llevaron la voz cantante en el choque, los que tuvieron más el balón en su poder y los que insistieron en la búsqueda del gol durante unos 45 primeros minutos muy mejorables para los celestes.
Cuatro minutos necesitó el Atlético Sanluqueño para gozar de la mejor oportunidad de toda la primera mitad. Carlos González centró desde la banda izquierda y Adri Cuevas remató de primeras a la portería. Cuando todos se disponían a cantar gol, apareció la pierna de Ramón Juan para mantener las tablas en el marcador.
Los andaluces encontraron en Valverde, Adri Cuevas y Kikín la forma de generar peligro a una UD Ibiza que, sobre todo, sufría por su banda izquierda. Kikín hizo lo que quiso por un carril por el que Javi Jiménez se veía superado.
Con todo, ese dominio de los verdiblancos tampoco se tradujo en muchos apuros para Ramón Juan, que, salvo esa gran intervención inicial, no tuvo mucho más trabajo. Despejó un pase de la muerte con los puños y poco más.
Para la segunda parte, Pep Lluís Martí sacó de inicio a Escassi y retiró del campo a Arturo. Reforzó así la parcela defensiva tras haberse visto superado por su adversario.
No cambió mucho el guion. Sí es verdad que se nivelaron algo más las fuerzas, pero la UD Ibiza siguió sin encontrarse cómodo y fue incapaz de crear peligro real. La primera aproximación la protagonizó Kikín con un derechazo nada más internarse en el área que salió cerca del palo izquierdo en el minuto 51.
La respuesta celeste la dio Eugeni con un zapatazo desde el vértice del área que buscó el palo largo sin suerte. También Escassi, en un remate a la salida de un córner, buscó el gol, pero ahí se acabó todo el bagaje ofensivo de una Udé poco reconocible.
La polémica saltó a la palestra en el minuto 64 cuando los locales reclamaron un posible penalti de Escassi. El central tocó con la mano el balón tras la ejecución de un saque de esquina, pero el árbitro no pitó nada pese a las insistentes protestas de los gaditanos.
En la recta final, Vacas, con un disparo exterior desde la frontal del área, trató de desnivelar la balanza, pero nuevamente sin éxito. Ya en el tiempo de descuento, un pase filtrado permitió a Valverde llegar hasta la línea de fondo dentro del área, pero su pase de la muerte se marchó directamente a las manos de Ramón Juan. Los jugadores del Sanluqueño se echaban las manos a la cabeza. No era para menos, pues había sido su última oportunidad para noquear a una UD Ibiza que no exhibió en ningún momento su condición de líder.