Remontar 22 puntos es una tarea muy complicada, pero no imposible. A eso es a lo que se agarra el Class Sant Antoni para intentar hacer historia y lograr el ascenso a LEB Oro. La derrota en Melilla (107-85) ha dejado las opciones ibicencas muy debilitadas, pero mientras haya vida hay esperanza y en eso lleva trabajando el conjunto portmanyí toda esta semana.
Levantar 22 puntos en una final sería histórico, pues jamás se ha hecho. Pero este equipo ya ha dejado un registro con las 17 victorias consecutivas que logró esta temporada, algo que tampoco había logrado antes nadie. Sí hay precedentes fuera de las finales. Mismamente este año, el Fibwi Palma levantó 29 puntos en la primera ronda del playoff ante Caja 87. Tras perder en Sevilla (95-66), logró ganar por una diferencia de 37 en Mallorca (82-45).
También los ibicencos saben lo que es ganar por más de 22 puntos esta temporada. Lo han hecho este mismo mes ante el Prat. El 58-87 suponen 29 puntos de diferencia, que no es la mayor victoria del curso. Esa llegó ante el Tarragona, el colista, cuando le superaron por 50 puntos (121-71), lo que supuso la mayor victoria de la historia del club.
Obviamente el nivel del Melilla está muy por encima de los catalanes, pero no es menos cierto que los norteafricanos han tenido problemas lejos de su pista. Esta temporada suman 11 derrotas fuera de casa por tan solo cuatro victorias. Además, las cifras dicen que su capacidad anotadora también se resiente al otro lado del Estrecho. En cuanto a las derrotas más abultadas, perdió 81-55 contra el Cáceres y 92-68 contra La Salud Archena.
En el vestuario ibicenco saben que no será sencillo, pero sí tienen confianza en sus posibilidades. Así lo aseguraba Greg Gantt: «Claro, no es imposible. Es difícil, pero no es imposible. En el mundo del baloncesto actual, 22 puntos no es una diferencia tan grande como parece. Si salimos con energía y con mucho ritmo yo creo que es posible. El equipo tiene calidad y esperamos poder recuperar a Mayo y Taiwo, que son muy importantes para nosotros».
«Después del partido todo del mundo estaba un poco triste, pero esta es una semana nueva. Estamos trabajando bien, hay un buen plan de partido, todos estamos con ganas de jugar y darle la vuelta a la situación. Jugamos en casa con nuestra afición, que son clave. Para los jugadores son importantísimos porque siempre responden y nos ayudan mucho», añadió.
Además, los jugadores también tienen claro que a Melilla se le atragantan los partidos fuera de casa: «Ellos juegan mucho mejor en casa. El otro día lo metían todo, pero fuera de casa le bajan los porcentajes. Yo creo que en nuestra casa, con nuestra gente y su energía es muy posible remontar».
Gantt también destacó que llevan toda la semana trabajando el aspecto defensivo para corregir y poner freno a los principales problemas que tuvieron en la ida: «Vamos a cambiar el plan en defensa porque tenemos que frenar a sus ‘cuatros’ que son muy fuertes debajo del aro. Necesitamos ponerle energía, hablar mucho entre nosotros y hacernos fuertes en el rebote para poder correr al contraataque».
No será sencillo, pero la esperanza sigue viva en el pueblo. Desde el club han lanzado en redes sociales la campaña ‘Junts ho farem!’ para animar a los jugadores y a la afición, buscando que Sa Pedrera se convierta en una caldera para buscar una remontada para la historia.