Tomás Jofresa ayer y hoy está siendo el invitado de lujo en el Colegio Nuestra Señora de la Consolación. El exjugador de baloncesto e integrante de una de las generaciones más recordadas del Joventut de Badalona está dando una formación en motivación, valores y crecimiento personal a los alumnos de cuarto de ESO y primero de Bachillerato. En cuanto a su carrera deportiva, Jofresa fue un base rápido, inteligente y con gran carácter competitivo, formó parte del Joventut que hizo historia al ganar la Euroliga en 1994, además de representar a España en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. A lo largo de su carrera jugó en la ACB y también en ligas de Italia, Grecia y Portugal.
El exjugador catalán, que destaca que el deporte es una herramienta de cohesión social y de motivación, explicó que durante sus charlas aprovecha sus vivencias como profesional para hacer hincapié en la importancia que tienen los valores, tanto en el deporte como en la vida personal, para ser una persona de éxito.
Al ser cuestionado sobre qué define a una persona de éxito, Jofresa explicó que «nosotros intentamos transmitir a la gente joven y no tan joven que el mundo quizás vende como éxito: dinero, fama y poder. Nosotros hablamos de más términos, como tener un grado alto de satisfacción con la vida que tenemos, tener una alta tolerancia a la frustración, a la adversidad; y tener una buena capacidad para inspirar a los demás. No me refiero a inspirar en cosas que tengan repercusión social, sino en cosas que influyan en el día a día, en nuestra intimidad, en nuestra familia… pequeñas cosas del día a día que sean capaces de contagiar a los demás».
Las redes sociales
Jofresa también tiene claro que el mundo actual, con las redes sociales, ha hecho que se pierda el foco de las cosas importantes: «Sí se ha perdido un poco el foco y las redes sociales han tenido un papel tremendo en esta situación. Son un elemento clave en esa pérdida de guía que estamos padeciendo, pero también es cierto que en el pasado se vivió algo parecido cuando apareció la televisión. Cuando nosotros éramos pequeños, ver la tele significaba un peligro para las etapas de formación, y ahora cualquier padre o madre desearía que sus hijos viesen un rato más de televisión antes de estar tanto con el móvil. Cada era tiene sus cosas, pero sí es cierto que la tecnología, y no sólo las redes sociales, sino también la inmediatez que nos da la telefonía móvil, conlleva una pérdida de intimidad: el estar pendiente siempre del móvil».
Unas líneas maestras en el discurso que Jofresa intenta transmitir a los jóvenes. «Es en la adolescencia, en la etapa en la que se forja la personalidad, los objetivos, las ilusiones, e intentamos transmitirles eso. Que sean conscientes de que nosotros también tuvimos esa edad y vivimos esa etapa tan maravillosa que es la adolescencia, pero que también es una etapa llena de incógnitas e interrogantes. Se trata de hacer un acompañamiento, explicando de una forma que no sea dogmática, que sea un intercambio, que sepan cómo piensan y con el acompañamiento de una carrera deportiva», señala.
A la pregunta de qué le ha enseñado a él el baloncesto y el deporte en general, confiesa: «Pues lo mismo que la vida me ha ido confirmando. Que es maravilloso. Ha sido maravilloso crecer, entrenar, formarme, mejorar y vivir la vida como deportista de élite, pero también tiene momentos muy duros. La vida, al final, es lo mismo. El baloncesto te enseña que es como la vida, que es bonito, pero que está lleno de episodios —no digo diarios, pero sí continuos— que tienes que ir gestionando; y algunos de estos no son precisamente maravillosos y los tienes que superar».