Hace mucho tiempo que la Copa dejó de ser una competición bonita para la UD Ibiza. En los últimos años se ha convertido en una visita al dentista. El duelo en Quintanar del Rey no cambió esas sensaciones y, por tercer año consecutivo, los celestes cayeron en primera ronda. El cuadro de Miguel Álvarez dio una imagen mala, triste, la de las últimas jornadas. Tiene mucho trabajo por delante el nuevo técnico para levantar a un equipo sin alma, que, a día de hoy, tiene más nombres que futbolistas. Esta vez fue en los penaltis, pero aunque se hubiesen clasificado, la imagen había dejado mucho que desear. 1-1 y una tanda en la que Unai Medina y Bebé fallaron sus lanzamientos. Los pitiusos caen eliminados por un colista de Segunda RFEF, que sólo había ganado un encuentro y marcado cuatro goles en las ocho fechas disputadas.
En cuanto al partido, sin que apenas hubiese pasado nada, en el 11 llegó el primer tanto. Ernesto aprovechó un mal rechace del portero local a un disparo de Del Pozo para marcar a placer el 0-1. Se ponían las cosas de cara muy pronto para los de Miguel Álvarez. Era la primera buena jugada de los pitiusos en el choque y encontraba premio. Sergio Díez había roto al espacio, ganando el área, y su pase a la frontal había encontrado a Del Pozo.
No tardaría en responder el Quintanar del Rey. Tres minutos más tarde, el árbitro señalaría penalti a favor de los locales. Del Pozo despejó el balón y acabó contactando con el atacante. Un penalti que solo había visto el colegiado y que daba la oportunidad del empate. Jaime Lorente, con paradiña incluida, no desaprovechó el favor arbitral para volver a poner las tablas.
Tras el empate, el partido entró en una fase en la que no pasaban demasiadas cosas. Ninguno de los dos equipos era capaz de encontrar el camino hacia la portería rival. Había muchas disputas en el centro del campo y los jugadores ibicencos empezaban a desesperarse con el colegiado. La Udé intentaba tener el balón, pero sus posesiones eran estériles.
Así iban pasando los minutos sin pena ni gloria. No había ocasiones más allá de los goles hasta que, camino del 45, apareció Fran Castillo. El mediapunta se encontró con un paradón del portero local que evitó el 1-2. En el rechace le volvió a llegar el balón, pero, sin apenas ángulo, disparó al lateral de la red. Fue la última acción reseñable de una primera parte más bien aburrida.
En el descanso, Miguel Álvarez movió el banquillo para buscar la victoria. Bebé, José Albert y Fede Vico entraron por Feixura, Mounir y Fran Castillo. Eso sí, el partido se reanudó con una imagen similar. Seguía siendo un encuentro rocoso y trabado, pero el Quintanar del Rey empezaba a ser más protagonista. Así se superó la hora de juego, con poco más que un tiro tímido de los conquenses.
En el 65, y tras la entrada de Davo al campo, lo intentó Bebé con un disparo lejano, también fácil para el portero. Poco después, Ernesto no encontró portería tras un rechace en una salida de un córner. Parecía que los celestes querían volver a tomar el mando, pero los locales seguían amenazando con un juego directo que tampoco terminaba de ser efectivo.
Miguel Álvarez agotó su último cambio con la entrada de Gallar cuando el partido iba a entrar en los últimos diez minutos, más los que el árbitro —que ya hacía tiempo que había pasado a un segundo plano— quisiera alargar. En el 85, la tuvo el Quintanar en las botas de Gonpi. El ex de la Peña Deportiva estuvo a punto de superar a Belman, que pudo rechazar el balón. También hubo fortuna en un disparo de Iglesias que se fue fuera por muy poco. Se libraba el cuadro pitiuso. De ahí al final, con los seis minutos de descuento, no pasó mucho más y el partido se fue a la prórroga.
La primera parte de la prórroga fue más de lo mismo. No estaba cómodo el equipo de Miguel Álvarez y los minutos siguieron cayendo sin apenas nada que contar. Apretaba el público local, que veía la oportunidad de tumbar a la UD Ibiza y verse las caras con un Primera. Sin goles y sin ocasiones se esfumaron estos primeros 15 minutos. Quedaban otros tantos para evitar la tanda de penaltis.
Nada más empezar la segunda parte de la prórroga la tuvo Bebé. El caboverdiano se quedó en el mano a mano, pero su disparo se estrelló en el larguero. Oportunidad clarísima que se iba al limbo. También la tuvo el Quintanar, pero Belman voló para evitar el gol de Adrián Ruiz, que había enganchado un disparo prácticamente perfecto desde la frontal del área.
Pitido final y penaltis. La sombra de una nueva decepción ya planeaba desde hacía rato y se confirmó. Tras un inicio con goles de Gallar, Fede Vico y Del Pozo, a los que respondieron los jugadores del conjunto conquense, llegaron los fallos de Unai Medina y Bebé. Batacazo, uno más. La Copa hace tiempo que dejó de ser mágica en Ibiza. Ahora es la Copa de los horrores.
MateueCarai,si tenemos que esperar que estén en regional para hablar lo tenemos claro