El San Pablo no pudo dar la sorpresa contra el líder, el Rodiles, ante el que perdió por 1-3. Eso sí, cuajó una buena actuación. El equipo de Sergio Oruj tuteó por momentos a su rival y no se marchó nunca del partido, algo a lo que colaboró notablemente la guardameta Tati, la mejor del choque. La colombiana aprovechó su primera titularidad para reivindicarse.
Las asturianas rompieron el cerocerismo pronto. Tras varios rechaces de la portera local, Jane recogió un rechace en el área para subir el 0-1 al marcador. La primera parte de las pitiusas no fue muy atractiva. De hecho, prácticamente necesitaron 17 minutos para generar su primera ocasión de peligro en una buena jugada que culminó con un disparo de Yara desbaratado por una rival.
Poco después llegó la igualada. Fati recuperó la pelota en defensa, cruzó la línea del centro y, desde unos 12 metros, lanzó un latigazo raso que se tragó la cancerbera. No hubo nada más destacable hasta la segunda mitad.
El duelo se reanudó con un tempranero del Rodiles. Fati perdió la pelota en la medular ante Jane, que habilitó a Laura para que pusiera en ventaja a las visitantes. La uruguaya se redimió poco después al tapar un tiro claro de Jane.
Tati dio continuidad a su particular festival de paradas y mantenía con vida a un San Pablo que tuvo la igualada en las zapatillas de Fati. La de Uruguay tuvo dos, una a pase de Ka y otra tras una asistencia de Haruna, pero no acertó.
La que no falló fue Ángela en el 35, en un disparo que se coló por debajo de las piernas de Tati. Sergio Oruj sacó a la portera-jugadora, pero no sirvió de mucho. El marcador no se movió y el San Pablo encajó una derrota en un pabellón de es Viver donde todavía no sabe lo que es ganar.