La SD Ibiza seguirá sin saber lo que es ganar fuera de casa. El conjunto ibicenco cayó este domingo en su visita al Sant Andreu (2-1). Los de Casañ se adelantaron en la primera parte, en una de sus escasas ocasiones, pero no pudieron resistir el empuje de un cuadro local que lo buscó y mereció más.
Los primeros minutos fueron un auténtico monólogo local. Solo se jugaba en el campo de un conjunto ibicenco que se defendía como podía, haciéndose fuerte en su área, mientras los catalanes colgaban balones una y otra vez. Con el paso del tiempo, el cuadro visitante se fue asentando en el campo y el partido se igualó, pasando el primer cuarto de hora sin que los porteros tuvieran que intervenir.
Cuando tuvo que hacerlo Edu Frías, fue para evitar el gol. El guardameta rojillo sacó una mano sensacional para impedir el primero de Mendes. En una falta lateral, la estrategia le salió a la perfección al Sant Andreu, que tuvo en la cabeza de su delantero el 1-0. Acto seguido, un disparo de Pau Salvans se paseó por el área pequeña. Se salvaban los pitiusos.
El primer intento real de la SD Ibiza llegó en el 25. Adri López recuperó un balón, se lanzó a la carrera y, cuando se asomó al balcón del área, probó suerte con un disparo que se fue muy cerca del palo. En el saque de portería, el Sant Andreu se lió y Álex Sánchez estuvo a punto de marcar al rebotarle el despeje. Fue el preludio del gol, pues en el siguiente saque de puerta los catalanes intentaron salir jugando desde atrás. Marquitos recuperó el balón, se lo dio a Pepe Bernal, quien buscó en la frontal a Gilbert, que puso el balón en el fondo de la red. Golazo para que se adelantasen los de Vila.
En el 36, Edu Frías volvió a aparecer para evitar el tanto catalán. El disparo no había sido difícil, pero la jugada de los locales sí había sido muy buena, generando una gran posición para el remate. Unos minutos después, fue Blanco quien tuvo el gol en un cabezazo que se marchó muy cerca de la portería ibicenca. El Sant Andreu buscó el empate, pero el partido se marchó al descanso con el 0-1.
La segunda parte no tardó en dibujarse como un ejercicio de resistencia. Balón para los de Barcelona, que buscaban el empate, y una SD Ibiza encerrada, tratando de resistir y encontrar una acción de contragolpe para sentenciar el partido. Pasado el 55, casi llegó el gol local en un centro de Pau Salvans que se envenenó y estuvo a punto de sorprender a Frías. En el 59, Blanco evitó por milímetros que el balón le llegase a Álex Sánchez, que se relamía para hacer el segundo. También avisaban los rojillos de que podían hacer daño.
En el 64, Méndez estuvo a punto de firmar uno de los goles de la temporada. Su disparo desde más de 30 metros se estrelló en la cruceta: un misil ante el que nada pudo hacer el portero ibicenco. Tanto fue el cántaro a la fuente que, un par de minutos después, llegó el empate. Sergi, que acababa de entrar, se coló en el interior del área para hacer el 1-1. Quedaba mucho partido y las sensaciones no eran las mejores ante el empuje local.
El Sant Andreu encontró el premio a su insistencia en el minuto 87. En un saque de esquina, el balón voló hacia Mendes, que cabeceó para hacer el 2-1. Jarro de agua helada para una SD Ibiza que empezaba a acariciar el punto. En el añadido no pasaron demasiadas cosas y la derrota se confirmó.