La SD Ibiza sigue de dulce en Sant Rafel. El equipo rojillo consiguió un triunfo balsámico contra el Reus, que marchaba tercero, gracias a un golazo de Marquitos al borde del pitido final. Los pitiusos aprovecharon la torpe expulsión de un jugador rival para dominar por completo durante la segunda mitad y hacerse con tres importantes puntos.
La primera parte destacó por su igualdad. Es más, el conjunto de Raúl Casañ parecía dominar por momentos el juego ante un cuadro catalán que no ejercía en el campo la diferencia existente en la tabla clasificatoria.
Le costaba a ambos equipos encontrar el camino hacia el gol. Los ibicencos tocaban con más sentido la pelota, tratando de encontrar así huecos en el entramado defensivo rival, pero lo cierto es que ambos porteros se convirtieron en meros espectadores hasta que Torrens tuvo la que fue seguramente la mejor oportunidad de gol de todo el primer tiempo. El jugador del Reus se plantó solo ante Edu Frías, que le ganó la partida por abajo y detuvo el balón en dos tiempos.
Acto seguido llegó la réplica de los locales. Manel Martínez recibió la pelota en el interior del área, caído ligeramente hacia el lado izquierdo. Dudó entre tirar o pasar el esférico. Finalmente, lo lanzó directamente al portero.
La Esedé se sentía más cómoda atacando por la banda derecha. En una de sus intentonas por este costado, Gilbert cabeceó en plancha un centro de Andrada, pero la bola salió sin fuerza y el guardameta la atajó sin problemas.
A la media hora de juego, Sandro buscó el denominado gol olímpico desde el córner, pero Edu Frías, atento, metió el puño para evitar el tanto. En otra incursión por la derecha, Gilbert abrió para Andrada y este puso un centro que Manel remató sin acierto y, además, cometiendo falta.
Cuando prácticamente no había ya tiempo para más, un error infantil de Ricardo Vaz le costó la expulsión. El atacante, que tenía amarilla, protestó una decisión arbitral y el trencilla le amonestó nuevamente. Vaz debía ser consciente de lo que había hecho porque la roja no le pilló por sorpresa.
La segunda parte
La segunda parte fue un monólogo de los rojillos. El Reus puso el autobús y se dedicó exclusivamente a defender. Los de Casañ empezaron a generar ocasiones, pero ninguna excesivamente clara.
El primero en avisar fue Andrada, que acabó convirtiéndose en extremo. Buscó un disparo colocado a la escuadra larga que se marchó fuera por poco. El propio Andrada probó fortuna poco después en una segunda jugada tras un centro anterior de Antonio Moreno, pero chutó fuera.
Raúl Casañ decidió introducir cambios. Álex Sánchez y Marquitos entraron al campo por Manel y Teo James. El técnico rojillo buscaba así más calidad y frescura en el campo. Poco después también se incorporó Bernal en lugar de Bourdal. Precisamente Bernal rozó el 1-0 en un zapatazo lejano que obligó al portero a realizar una gran intervención.
El constante acoso de la SD Ibiza no encontraba recompensa. Los minutos pasaron sin que el gol llegara. Riquelme y Bernal lo buscaron en el minuto 86, de nuevo sin suerte. Dicen que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Pues eso se cumplió este domingo. Marquitos, con un disparo colocado, marcó por la escuadra para romper el cerocerismo e impartir justicia a lo visto sobre el terreno de juego. No hubo tiempo para más y los rojillos sumaron así un nuevo triunfo en Sant Rafel, donde están forjando su resurrección.
Partidazo.