La UD Ibiza tiene un problema muy serio: no marca goles. Desde la llegada de Miguel Álvarez, el equipo ha mejorado en muchos aspectos, pero la realidad es que sin goles es imposible que gane y eso es lo que está pasando. Tres jornadas seguidas con 0-0, que se suman al 0-1 recibido en Can Misses ante el Teruel. Ese es el bagaje desde la llegada del nuevo técnico. Un problema que se alarga a tiempos de Jémez, porque aunque se ganó en Murcia, tampoco se habían marcado goles en las jornadas anteriores. El resumen es que, de las últimas ocho jornadas, en siete el equipo se quedó sin ver portería.
Unos números muy pobres que tienen al equipo coqueteando con el descenso. Los celestes navegan un punto por encima del Antequera, que es el primer equipo que perdería la categoría en estos momentos. Si bien es cierto que la liga está en un pañuelo y, si miramos hacia arriba, que es hacia donde debe hacerlo el cuadro pitiuso, el playoff está a tan solo cinco puntos. Ya más lejos el ascenso directo, que se marcha a 10.
Pero no todo es malo. El equipo mejora y ante el Sanluqueño se vio quizás la mejor versión de la temporada. Sí es cierto que enfrente estaba un rival que es de los más débiles de la categoría, pero los celestes tuvieron ocasiones de todos los colores. Tantas que es prácticamente inexplicable que no hayan logrado marcar. Un día aciago para Sofiane, que está completamente ofuscado por su falta de acierto, ya que todavía no ha conseguido marcar esta temporada y ha tenido varios fallos importantes. Sofiane lo hace prácticamente todo bien, pero la ansiedad de cara a portería está lastrando, y de qué manera, su juego.
Tampoco está acertado Davo, que vive en esa ansiedad. El delantero, que llegó el curso pasado como uno de los grandes fichajes de invierno, se destapó con una alta productividad antes de caer lesionado. Desde su regreso, esa relación con el gol se ha perdido y también tiene pinta de haber un componente mental importante, al igual que ocurre con Sofiane.
Imposible ganar
Ocho goles en 12 partidos es una losa que hay que levantar cuanto antes. Como bien dijo el técnico en la previa del partido ante el Sanluqueño, si no marcas no puedes ganar, solo empatar, y eso no es suficiente.
Donde la mejoría es totalmente palpable es en defensa. Tres jornadas sin recibir ni un solo gol y sin que te creen apenas ocasiones. No menos cierto es que te mediste a los dos últimos clasificados, algo que tampoco se puede pasar por alto. Pero sí hay que buscar la parte positiva para pensar que el equipo tiene capacidad para salir a flote. Tiempo y jornadas por delante hay más que de sobra para alcanzar el objetivo, aunque parece un poco irreal hablar de ascenso cuando el equipo está en esta grave crisis de resultados.
Esta semana se recibe al Europa, segundo clasificado. Un recién ascendido que ha empezado la Liga con mucha fuerza. De hecho, si se analiza la clasificación, el segundo, el tercero y el cuarto son equipos que el año pasado estaban en Segunda RFEF y que no entraban en las quinielas. Este duelo de dinámicas tan encontradas puede ser un punto de inflexión para que la UD Ibiza rompa su mala relación con el gol y empiece a escalar posiciones. En el fútbol siempre se ha dicho que es cuestión de rachas y que a veces no entran, pero que cuando llega el primero luego van todos seguidos. A eso se agarra la Udé.