El Class Sant Antoni se aupó este miércoles a lo más alto de la clasificación. Lo que era una exhibición ante el Amics del Bàsquet Castelló, que se había presentado como líder en la isla, terminó embarrándose con un último cuarto para olvidar. Al final, un 80-75 para colocarse en el tren de cabeza con siete victorias. Eso sí, la ventaja había rozado los 30 puntos mediado el tercer cuarto.
El partido arrancó con un triple visitante al que respondió Paz con un mate. Issanza no se quiso quedar atrás y puso el 2-5 con otro mate. Intercambio de canastas en los primeros viajes, pero pronto se vio que había salido mucho mejor el Class. Los errores en ataque de los visitantes fueron castigados y Rodri Gómez y Santi Paz desde el perímetro obligaron al Castelló a pedir el primer tiempo muerto con el 14-5 en el marcador y cuatro minutos de juego.
Los portmanyins marcaban el ritmo, muy cómodos en ataque, llevando el partido por encima de los 10 puntos para delicia del público, que apretaba en cada ataque visitante. Mientras tanto, Berrocal iba moviendo el banquillo y todo seguía funcionando, especialmente un Kai Johnson que quería tener una de sus grandes noches —acabó el cuarto con 10 puntos y el partido con 20—. Eso sí, la diferencia empezaba a estabilizarse a medida que los visitantes iban entrando al partido y el primer cuarto se cerró con el 29-19 en el marcador. Una anotación altísima para los pitiusos, que no iba a ser fácil de mantener.
El Amics de Castelló arrancó el segundo cuarto como había hecho el primero, con un triple. Aparecieron las primeras dudas y el técnico local metió en la pista a Stoilov y De la Rúa para intentar solventar la reacción levantina. Funcionó, pues del +7 (31-24) se volvió al +11 (35-24). Y Stoilov con un mate y el tiro libre adicional aumentó un poco más la renta. Funcionaba y muy bien la maquinaria ibicenca.
Pero el Amics del Bàsquet de Castelló se presentó en la isla como líder y no se iba a rendir. Eso sí, a cada intento de reacción, respondía el Class, que no quería que el rival se creciese. La defensa estaba siendo sensacional y aunque los números en ataque habían bajado, no había nada de lo que lamentarse. Los jugadores se marcharon a los vestuarios con el 49-33 en el marcador, que era la máxima diferencia del partido.
El Class salió con fuerza para intentar acabar de sentenciar el partido y un parcial de 6-0 puso la diferencia por encima de los 20 puntos. Era una exhibición. El Sant Antoni estaba triturando al líder y con el 61-35 llegó un tiempo muerto de un más que desesperado entrenador visitante.
En los últimos minutos del tercer cuarto, el Castelló consiguió frenar la sangría y acercarse un poco, pero el partido ya se había ido. El 72-50 era esclarecedor. Quedaban 10 minutos.
El Sant Antoni se relajó, llegaron fallos tontos y eso lo aprovecharon los visitantes para acercarse y mucho. La victoria nunca corrió peligro, pero lo que era una exhibición se acabó enturbiando. 80-75 tras un parcial final de 8 a 25. Sensación agridulce en Sa Pedrera para un Class que toma el mando del grupo.